Hallan una nueva especie de ‘reptil bacalao’ del Jurásico en Portugal
En el hallazgo ha participado un grupo de investigadores internacionales y de la Universidad de Zaragoza

Cráneo del ictiosaurio hallado en la costa atlántica de Portugal. | IUCA/Universidad de Zaragoza (Servimedia)
Un equipo internacional de investigadores ha identificado una nueva especie de ictiosaurio o ‘reptil bacalao’ a partir de un fósil excepcionalmente conservado hallado en la costa atlántica de Portugal.
El ejemplar, datado en más de 190 millones de años (Jurásico Inferior), ha sido denominado ‘Gadusaurus aqualignues’ y constituye el primer ictiosaurio nombrado en la Península Ibérica. El estudio, publicado en la revista ‘Acta Palaeontologica Polonica’, contó con la participación de investigadores del grupo Aragosaurus-IUCA, de la Universidad de Zaragoza.
Describe un ictiosaurio de tamaño relativamente pequeño, con características anatómicas únicas: un foramen nasal de grandes dimensiones y dos surcos simétricos en los huesos craneales adyacentes. El cráneo muestra cierta desarticulación, lo que podría indicar que el individuo era juvenil, con sus suturas craneales en proceso de fusión, o que sus huesos se desplazaron durante la fosilización.
‘Gadusaurus aqualignues’ pertenece al grupo ‘Baracromia’, un linaje avanzado dentro del clado ‘Thunnosauria’ o ‘reptiles atún’, caracterizados por su morfología hidrodinámica y su capacidad para nadar a gran velocidad y bucear en profundidad. El nombre de la nueva especie hace referencia al bacalao (‘Gadus’ en latín), por la similitud morfológica y en homenaje a la gastronomía portuguesa, mientras que el epíteto específico alude al lugar del hallazgo (Água de Madeiros).
Ecosistema marino
Durante el Jurásico Inferior, la región donde se encontró el fósil estaba completamente sumergida y formó un ecosistema marino favorable para este tipo de depredadores. La nueva especie contribuye al conocimiento de la diversidad de reptiles marinos en el registro ibérico y subraya la relevancia paleontológica de la costa jurásica portuguesa como enclave de referencia para la paleontología de vertebrados y para el patrimonio paleontológico ibérico.
El descubrimiento tuvo lugar en abril de 2021, cuando Isabel Morais Roldao, profesora de enseñanza secundaria en Leiria, localizó un bloque de roca con restos fósiles en la playa de Água de Madeiros (Marinha Grande). Tras reconocer la presencia de un cráneo casi completo de ictiosaurio, Roldao contactó con el Museo de Lourinha, al que donó el fósil para su estudio y conservación.
La investigación fue liderada por el doctorando Joao Pratas e Sousa, en colaboración con los investigadores Eduardo Puértolas-Pascual (Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza), María Ríos Ibáñez (Universidade Nova de Lisboa) e Isabel Roldao, la descubridora del fósil.