Lo que la historia nos revela sobre los próximos eclipses que tendrán lugar en España
La costumbre de registrar observaciones astronómicas se convirtió en una práctica habitual entre los babilonios

Ilustración del siglo XIX que representa a Colón señalando un eclipse lunar a la población nativa en Jamaica. | Wikimedia Commons
Los eclipses de Sol y de Luna han despertado miedo y fascinación a lo largo de la historia; también mucho misterio. Los más sorprendentes son los eclipses totales de Sol, cuando la Luna se interpone entre éste y la Tierra, ocultándolo por completo y bloqueando de forma absoluta su luz.
Pero ¿cuál es la diferencia entre un eclipse solar y uno lunar? Los primeros ocurren cuando la Luna, que dibuja una elipse al orbitar la Tierra, se interpone entre ésta y el Sol, lo que solo sucede en luna nueva. Este fenómeno puede ser parcial, total o anular (cuando la Luna esta próxima a su apogeo). Por el contrario, los eclipses lunares se producen cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, lo que solo puede ocurrir en luna llena.
Eclipses en la Antigüedad
En las ruinas de Ugarit (Mesopotamia, hoy Siria), que tuve la suerte de visitar cuando aún no era complicado acceder a este espectacular sitio arqueológico, se encontró una tablilla cuneiforme (KTU 1.78) con un texto en ugarítico, lengua semítica extinta. Varios investigadores consideran el primer registro claro de un eclipse de Sol, el ocurrido el 5 de marzo de 1224 a. e. c. o el 21 de enero de 1192 a. e. c.
La costumbre de registrar observaciones astronómicas se convirtió en una práctica habitual entre los babilonios. Escribieron detalladas observaciones del firmamento, como las registradas en las tablillas Enūma Anu Enlil. Los registros de eclipses se volvieron especialmente precisos a partir del reinado de Nabonassar (siglo VIII a. e. c.), lo que ha permitido datar diversos acontecimientos históricos.
Estos registros llevaron a un descubrimiento fascinante: cada 223 meses sinódicos (período de tiempo que tarda la Luna en completar un ciclo de fases consecutivas y que dura aproximadamente 18 años y 11 días) la Tierra, la Luna y el Sol, vistos por un observador en tierra, repiten sus posiciones. Este fenómeno es conocido como el ciclo de Saros, y durante siglos sirvió para predecir eclipses.

En los eclipses de Luna, la sombra de la Tierra se proyecta sobre nuestro satélite y en el transcurso del eclipse forma un círculo, un hecho utilizado por Aristóteles (384 a. e. c.–322 a. e. c.) como prueba de la esfericidad de la Tierra. Aristarco de Samos (c. 310 a. e. c.–c. 230 a. e. c.) fue más allá, estimando el tamaño del Sol y su distancia a la Tierra a partir de los eclipses de Sol y de Luna.
Ptolomeo y la predicción de los eclipses
El gran salto en la astronomía lo dio el alejandrino Claudio Ptolomeo (c. 150 d. e. c.). En su Sintaxis matemática, más conocida como Almagesto, desarrolló el modelo ptolemaico: un método matemático que permitía, entre otras cosas, predecir eclipses solares y lunares, aunque no determinaba con precisión la franja de totalidad de un eclipse de Sol.
Por su parte, en el mundo árabe se elaboraron tablas que simplificaban los complejos cálculos del Almagesto, las cuales llegaron a Al-Ándalus y desde allí a Toledo, desde donde se difundieron por Europa.
Abraham Zacut y los eclipses en la Salamanca en el siglo XV
En la Salamanca de la segunda mitad del siglo XV, el astrónomo judeo-salmantino Abraham Zacut (1452–1514/1515) dio un nuevo impulso a la predicción astronómica con su Gran Composición (1478), escrita en hebreo. Con algunas modificaciones, se publicó en Portugal en español y latín bajo el título Almanach perpetuum (1496), que incluía detalladas tablas para la predicción de eclipses de Sol y Luna.
Años mas tarde escribió en su obra Sefer Yuḥasin: «El 29 de julio de 1478, a mediodía en España, hubo un eclipse solar distinto a todo lo que se había visto, pues el cielo se oscureció como si fuese medianoche». Se trataba de un eclipse total que sumió a la ciudad salmantina en la oscuridad durante más de cinco minutos: ¡el mayor eclipse visible desde Salamanca en más de 2 000 años! Otros cronistas de la época también lo mencionan.
En 1485 se observó otro eclipse total (parcial en Salamanca). Diego de Torres, catedrático de Astrología y Astronomía de la Universidad de Salamanca, escribió un pequeño libro centrado en aspectos astrológicos del eclipses para su aplicación en medicina, ya que en esta época los eclipses se asociaban a diversas enfermedades.
La información que nos proporcionan documentos de la época sobre eclipses ocurridos en la Edad Media y antes ha permitido calcular el minúsculo retardo que está experimentando la duración del día, debida fundamentalmente a la atracción que la Luna ejerce sobre la Tierra. Así se ha podido estimar que hace 2 000 años el día era aproximadamente 3,4 centésimas de segundo más corto que en la actualidad.
Cristóbal Colón y el eclipse de 1504
En el cuarto viaje emprendido por Cristóbal Colón, su tripulación quedó atrapada en Jamaica sin alimento y los nativos no le proveían víveres. Así lo cuenta el cronista Diego Méndez, que le acompañaba en este viaje: «El Almirante los amenazó, diciéndoles que Dios castigaría su ingratitud y les quitaría la luz de la Luna. Y así, viendo los indios que la Luna se oscurecía y perdía su resplandor, vinieron todos a la armada dando grandes gritos y pidiendo perdón al Almirante, prometiendo de allí adelante traer cuanto tuviese por mandado».
Esta historia, en la que también interviene la leyenda, se ha contado de múltiples formas y ha inspirado otras tantas, como se relata en un episodio de Tintín en el Templo del Sol. Lo que nos cuenta el propio Colón es que el eclipse le sirvió para estimar la longitud geográfica de Jamaica, para lo que utilizó la obra de Abraham Zacut.
Un aspecto fundamental de los eclipses de Luna es que si se sabe a la hora que será visible en un determinado lugar, esa información puede utilizarse para calcular los grados del meridiano del punto desde el que lo observemos. Así los eclipses lunares sirvieron para establecer las coordenadas geográficas en varios puntos del Nuevo Mundo.
Próximos eclipses en España
Desde Johannes Kepler (1571-1630) e Isaac Newton (1643-1727), los eclipses se predicen con gran precisión. En España se verán próximamente tres eclipses de Sol sobre los que podemos encontrar una información detallada en el libro del Instituto Geográfico Nacional (IGN) ECLIPSES DE SOL. Los eclipses “españoles” de 2026, 2027 y 2028. Pero ¿cuándo sucederán?
En la tarde del próximo 12 de agosto de 2026, la Luna se interpondrá entre el Sol y la Tierra a las 15:24, proyectando la umbra (su sombra) sobre el Ártico. La rotación de la Tierra hará que esta sombra se vaya desplazando sobre la superficie terrestre provocando un eclipse total de Sol por donde pasa.
Los inuits serán los primeros en observarlo: después de llevar semanas sin ver la noche, podrán ver cómo el cielo oscurece y aparecen las estrellas durante unos dos minutos. Poco después, la umbra alcanzará la península ibérica. Entrando por Asturias, atravesará parte del norte de la Península hasta finalizar en las Islas Baleares al atardecer.
El 2 de agosto de 2027 podrá observarse otro eclipse total, de mas duración que el anterior, en el sur de la península. Y, algunos meses después, el 26 de enero de 2028, un eclipse anular.
Instrucciones para no perderse los próximos eclipses
Quienes hemos tenido la oportunidad de contemplar un eclipse nunca lo olvidaremos. Mis recomendaciones para quien no quiera perdérselos son las siguientes: En primer lugar, es fundamental planificar donde iremos a verlos. Lo mejor es informarse en la web del IGN o en el libro antes indicado, que incluye información sobre la duración de la totalidad del eclipse. Condicionado a las previsiones meteorológicas, que serán muy fiables 2 o 3 días antes, es aconsejable disponer de un Plan B. Y, por supuesto, ir provistos de gafas apropiadas.
El eclipse del 2 de agosto de 2026 se verá al atardecer en la dirección que se pone el Sol. Por ello, hay que elegir un lugar que nos permita ver el horizonte Oeste. El eclipse del 12 de agosto de 2027, en el que la totalidad durará mas, en España solo será visible muy al sur de Andalucía.
Los colapsos de tráfico pueden ser enormes, por lo que se debería estar en el sitio elegido al menos un día antes. Ceuta y Melilla son ciudades ideales para verlo, pues caen en la zona de mayor duración de la totalidad (4 minutos y 30 segundos). Quienes tengan posibilidad y estén dispuestos a pasar calor, pueden viajar hasta Luxor (Egipto) para contemplarlo.
No hace falta esperar a un eclipse para contemplar el cielo. En las noches despejadas, basta con levantar la vista del móvil y mirar hacia arriba, siempre que la contaminación lumínica no lo impida. Así podremos disfrutar de la ventana al exterior de ese vehículo que llamamos Tierra.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
