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Educación

Dimite el decano de la Facultad Medicina de la Complutense por «injerencias» del Rectorado

En una carta dirigida a la Facultad, el decano critica una actitud del rector que «ha parecido rozar la animadversión»

Dimite el decano de la Facultad Medicina de la Complutense por «injerencias» del Rectorado

Facultad de Medicina de la UCM. | Wikipedia

El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Javier Arias Díaz, ha presentado su dimisión, comunicada oficialmente el pasado viernes 11 de julio al rector de la institución. En una carta dirigida a la comunidad universitaria, el ya exdecano expone las razones de su decisión, que atribuye a un «modo de ejercer el gobierno universitario que no comparto, y que ha cruzado una línea que no puedo aceptar».

En el texto, el decano critica abiertamente la actuación del equipo rectoral, al que acusa de haber mantenido una «creciente falta de respaldo institucional» hacia la Facultad, e incluso de una actitud que «en algunos momentos, ha parecido rozar la animadversión».

El detonante de la dimisión ha sido, según explica, la decisión de redistribuir las aulas del Hospital Clínico San Carlos para el curso que viene. Una medida que califica como «discrecional», adoptada «sin diálogo real», y que se tomó «sin respetar el informe detallado que se nos solicitó desde la propia institución» y sin que se le ofreciera la oportunidad de trasladar personalmente al rector las consecuencias de la misma.

El decano lamenta también que esta decisión se haya adoptado «al margen de la Comisión Mixta UCM-Consejería de Sanidad», órgano encargado de coordinar el uso de los recursos docentes en los centros sanitarios vinculados a la Universidad. En su opinión, esta planificación «compromete gravemente la calidad de la docencia clínica» que reciben más de 400 estudiantes de tercero a sexto curso del Grado en Medicina.

A su juicio, se trata de una «injerencia inaceptable en la programación docente» y una medida que «vulnera la autonomía organizativa de la Facultad». En este contexto, añade: «Cuesta interpretar este nuevo golpe a la Facultad de Medicina como el resultado de una simple descoordinación o de una aplicación mecánica de criterios ajenos a la realidad compleja y exigente de la formación médica».

Aunque reconoce que no puede confirmar una intención deliberada, señala: «No puedo descartar que exista también una voluntad de deslegitimar a este decano y a su equipo, motivo por el cual doy un paso a un lado».

El ya exdecano concluye que su renuncia es un acto de «responsabilidad», aunque advierte de que el problema de fondo sigue vigente: «La formación médica exige estabilidad, planificación rigurosa y conocimiento profundo de sus particularidades; no puede quedar al albur de veleidades ni de decisiones precipitadas que comprometan su calidad».

En su despedida, agradece al equipo decanal, al profesorado, al personal técnico y administrativo, y al estudiantado, subrayando que «el Grado en Medicina de la UCM es hoy el más demandado del distrito único de Madrid» y destacando que este año ha alcanzado una nota de corte de 13,100, la más alta entre los grados únicos.

«Me voy del cargo, pero no me alejo de la Facultad», concluye, asegurando que seguirá defendiendo «una universidad pública de calidad, con autonomía académica, con un gobierno que sepa escuchar a sus centros».

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