Cataluña eleva un 17% sus 'aulas de acogida' para «integrar» a los inmigrantes
En el curso anterior hubo 70.000 alumnos que se inscribieron fuera de plazo, con el año lectivo ya iniciado

Una aula de acogida en Cataluña. | Gencat
El arranque del curso escolar 2025-2026 en Cataluña trae modificaciones importantes respecto a los cursos anteriores. Una de las más destacadas es que se han creado 200 aulas más de acogida para los extranjeros procedentes de otros países que desconocen el catalán. Este tipo de aulas ha crecido un 17% respecto al curso 2024-2025. En paralelo, el número total de alumnos en este curso escolar y de formación profesional ha caído hasta los 1,6 millones (2.247 menos).
El Departamento de Educación ha informado este miércoles que este curso contarán con un total de 1.363 aulas de acogida en los colegios de la región, mientras en el curso anterior hubo 1.163. Es decir, 200 nuevas aulas pese a la caída del número total de alumnos.
La caída general se debe a que han crecido en 8.964 los estudiantes con necesidades educativas especiales, detectados con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDHA) y otros problemas de desarrollo neuronal.
Aprender catalán
Estas clases de apoyo son programas educativos destinados a que los alumnos inmigrantes recién llegados a la región aprendan el catalán para «integrarse» más fácilmente en la sociedad y conocer el idioma que prioriza el sistema educativo en sus comunicados y a la hora de impartir las asignaturas.
El catalán sigue siendo el idioma vehicular en la inmensa mayoría de centros públicos. Si bien el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictaminó que el 25% de horas lectivas debían impartirse en castellano, el Govern está a la espera de lo que falle el Tribunal Constitucional respecto a los decretos leyes que promulgaron con el fin de esquivar este fallo de la Justicia catalana.
Esta estrategia organizativa también la aplican otras comunidades autónomas con los extranjeros que acaban de llegar a España. No obstante, en el caso catalán tiene como objetivo principal enseñar el catalán en un corto período de tiempo. A veces ha habido críticas por segregar a los estudiantes o por dar prioridad al aprendizaje del idioma sobre otras materias, incluso entre el alumnado que conoce perfectamente el castellano porque procede de países de Latinoamérica.
Inscripción fuera de plazo
La consejera de Educación, Esther Niubó, ha defendido este modelo como la mejor herramienta para que los alumnos extranjeros se acoplen al ritmo de aprendizaje de sus compañeros y, al mismo tiempo, se «integren» en la sociedad y la cultura catalana. A este respecto, otro dato destacado es que en el curso anterior hubo alrededor de 70.000 alumnos que se inscribieron fuera de plazo (cuando ya había finalizado el periodo de preinscripción ordinario), al llegar con el curso ya iniciado desde otros países o comunidades.
Otro de los grandes cambios de este curso es la prohibición de los teléfonos móviles en los recintos académicos. La dotación de ordenadores portátiles se hará a partir de sexto de primaria del próximo curso.