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Educación

20.000 alumnos catalanes reciben sus clases en barracones

Los módulos se usan temporalmente como aulas auxiliares, gimnasios, salas de profesores o ampliaciones de centro

20.000 alumnos catalanes reciben sus clases en barracones

Un colegio de Barcelona en módulos. | Wikimedia Commons

Cataluña tiene 20.166 alumnos que se encuentran escolarizados en centros que están o han estado completamente ubicados en barracones. Los datos oficiales remitidos por la Consejería de Educación de la Generalitat de Cataluña muestran cómo esta situación ha ido en ascenso en la última década, si bien ha empezado a mejorar desde 2021.

Los afectados ascendían a 18.217 estudiantes en 2016; 20.850 en 2017; 21.126 en 2018; 22.039 en 2019; 22.255 en 2020; 22.788 en 2021; 21.379 en 2022; 21.853 en 2023; 20.141 en 2024; y 20.166 en 2025. Estas cifras corresponden al total de alumnos en centros completamente formados por módulos prefabricados, que no tienen un uso único y determinado: pueden servir como aulas auxiliares, gimnasios, salas de profesores o ampliaciones de local, según las necesidades del propio centro educativo.

La cifra ofrece una radiografía de la persistencia de esta infraestructura provisional como respuesta al aumento de alumnado, la falta de espacio en los centros tradicionales y los retrasos en la construcción de nuevos equipamientos escolares. En Cataluña existen todavía cerca de 937 módulos prefabricados en uso en 388 centros diferentes durante el curso 2024-2025, lo que supone una caída del 7,4% respecto a tres años antes.

Aunque el objetivo de las autoridades catalanas ha sido reducir progresivamente el número de barracones, muchos centros siguen contando con ellos y algunos llevan años en esa situación. Hay escuelas que funcionan íntegramente en barracones desde hace más de una década, lo cual contrasta con la idea de que los módulos prefabricados sean una solución estrictamente temporal, si bien algunos de los más recientes cuentan con equipos como aire acondicionado o ascensores.

Algunas mejoras se han realizado en los últimos años. El Departamento de Educación ha anunciado la retirada de 43 módulos durante el curso 2024-2025, con un coste de más de 600.000 euros, mientras que en el mismo periodo se han instalado 18 nuevos módulos por un importe superior a los cuatro millones de euros.

En determinados municipios la situación es más complicada: en Mataró aún hay 14 módulos prefabricados en escuelas e institutos, y la comarca del Maresme concentra más de medio centenar. En otras localidades, como Viladecans, el CEIP Mediterrània lleva alrededor de 15 años funcionando en barracones, con un estado estructural reconocido como deficiente y reclamaciones vecinales por la construcción del edificio definitivo.

A nivel nacional, la situación también aparece con distintos matices. En Andalucía hay actualmente 139 centros escolares con aulas prefabricadas, lo que representa un 4,7 % del total de instalaciones educativas. En la Comunidad de Madrid, un informe reciente advierte de que más de un centenar de incidencias graves se registran en centros públicos que combinan obras, barracones y deficiencias estructurales.

Aun cuando los números muestran cierta mejora, la presencia de barracones plantea cuestiones de equidad, calidad educativa y percepción de la escuela pública. Algunas familias y docentes manifiestan que la existencia de módulos prefabricados prolongados puede generar un estigma o desalentar la elección de determinados centros.

Aunque la cifra de unos 20.000 alumnos en centros completamente en módulos prefabricados en Cataluña representa una ligera mejora respecto a los picos anteriores, la realidad de los barracones sigue siendo una asignatura pendiente y una realidad muy extendida en la comunidad. Las administraciones educativas afrontan el reto de erradicar progresivamente esta arquitectura provisional y garantizar unas condiciones dignas y estables de enseñanza para todos los estudiantes de la región.

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