Una mujer pierde a 28 familiares en los deslaves de Sierra Leona
Entre lágrimas, Hawa Stevens, habló acerca de los 28 miembros de su familia que fallecieron luego de los deslaves e inundaciones que han arrasado Freetown
Entre lágrimas, Hawa Stevens, habló acerca de los 28 miembros de su familia que fallecieron luego de los deslaves e inundaciones que han arrasado Freetown y que han cobrado las vidas de cientos de personas, entre ellas las de al menos 105 niños.
“Mi madre, padre, hermanos y hermanas, mis primos, todos muertos. Mi vida ha sido destrozada… Por favor ayúdame Dios mío”, sollozó la joven mientras esperaba en una larga fila debajo de la intensa lluvia el miércoles afuera de la morgue de la ciudad donde había acudido para tratar de identificar los cuerpos de sus seres queridos.
Stevens estaba rodeada de cientos de personas, algunas con mascarillas para evitar respirar el olor de la muerte. Muchos en la fila estaban aferrados a fotografías en la que fuera su última esperanza de encontrar a sus seres queridos y poder darles un entierro digno, reseñó AP.
Sierra Leona, ubicada en el extremo occidental de África, comenzó el miércoles a enterrar a los centenares de víctimas mortales que ha dejado la fuerza de las aguas en la madrugada del lunes. Los socorristas están centrados en conseguir a las más de 600 personas que permanecen desaparecidas, entre toneladas de lodo y escombros, a 48 horas del desastre.
Stevens estaba desconsolada. “Sólo pude identificar a dos personas de toda mi familia”, dijo.
En la morgue del Hospital Connaught de la ciudad, los bomberos, miembros de las fuerzas armadas, la policía y voluntarios trataban de ayudar a los desconsolados sobrevivientes con el difícil proceso de encontrar los cuerpos de sus familiares, algunos de ellos muy desfigurados y descompuestos para poder ser identificados.
La oficina del presidente Ernest Bai Koroma informó que los cadáveres que no sean identificados recibirán un «entierro digno» en los próximos días. El mandatario decretó siete días de duelo nacional a partir del miércoles.
Brima Mundeh, de 40 años, quien logró salir con vida del desastre junto con sus dos hijos, dijo que temía que otros tres miembros de su familia que están desaparecidos estuvieran enterrados debajo del lodo.
“No puedo describir la magia que hizo que mi familia y yo lográramos salir de la casa”, expresó. “Pero creo que fue gracias a Dios porque no sé de dónde saqué la fuerza y poder para sacarnos de ahí”.
El área afectada por las inundaciones es una zona de la capital, Freetown, donde se habían construido numerosas viviendas ilegales, muchas de ellas literalmente absorbidas por el río de lodo. Fuertes deslizamientos de tierra derribaron edificios de varias plantas y al menos mil hogares han sido cubiertos de barro en las zonas más golpeadas, como el suburbio costero de Racecourse, en el extremo oriental de la ciudad, así como en Regent y Lumley, donde predominan los asentamientos improvisados.
Otras 3.000 personas se han quedado sin hogar y buscan un lugar en el que refugiarse de las lluvias, que aún continúan, mientras que las líneas de comunicación y la electricidad han quedado interrumpidos en muchos puntos del país.
Las organizaciones que trabajan en el lugar temen que los pozos de agua hayan quedado infectados y que puedan surgir brotes de cólera, fiebre tifoidea u otras enfermedades. La ONU ha declarado que sus equipos humanitarios están analizando las necesidades del país y preparando planes para prevenir brotes de enfermedades infecciosas.
Ante la alarmante situación, varios países y organizaciones internacionales ya han anunciado que enviarán ayuda para aliviar la precaria situación. El presidente de Guinea Conackry, Alpha Conde, viajó a Sierra Leona para apoyar a su colega, Ernest Bai Koroma, con quien visitó zonas afectadas por avalanchas de tierra.
Otros muchos países en todo el mundo han compartido el dolor de ese pequeño país africano de siete millones de habitantes y han manifestado su deseo de una pronta recuperación de los heridos.
«Los niños son los más vulnerables cuando ocurre un desastre», destacó el director de Plan Internacional en Sierra Leona, Martial Kounou, quien trabaja con el Gobierno para hacer llegar a los afectados bienes de urgencia como comida, ropa y kits de higiene para afrontar los próximos días.
Un país marcado por la tragedia
Esta no es la primera vez que Sierra Leona afronta una situación similar ya que en esta época del año son frecuentes las fuertes lluvias. Las de hace dos años causaron una decena de muertos y dejaron a varios miles de personas sin techo en Freetown.
Además, Sierra Leona sufrió una epidemia de ébola que desde junio de 2014 se cobró la vida de al menos 4.000 personas y dejó huérfanos a 12.000 menores. Entre 1991 y 2002 el país vivió una guerra civil que causó miles de muertos, la huida de cientos de miles de personas a Liberia y Guinea y el abandono de sus aldeas por más de un millón de personas, citó Efe.