Más migraciones y escasez de agua y alimentos, principales consecuencias de la degradación de los suelos
La escasez de agua, la reducción de los alimentos y el aumento de las migraciones son las principales consecuencias del deterioro de los suelos en el planeta, según alerta un informe publicado por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
La escasez de agua, la reducción de los alimentos y el aumento de las migraciones son las principales consecuencias del deterioro de los suelos en el planeta, alerta un informe publicado por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
«La degradación de la tierra afecta a muchas partes del mundo y a muchas personas», ha dicho a la agencia AFP Robert Watson, presidente de la IPBES.
Este organismo independiente, que reúne a 129 estados, ha publicado en la ciudad colombiana de Medellín el primer informe global sobre la situación de los suelos del planeta. Este documento ha contado con la colaboración de más de 100 expertos voluntarios de 45 países en una investigación de tres años y con base en centenares de publicaciones científicas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que el 95% de los alimentos que consumen los seres humanos son producidos de forma directa o indirecta en los cultivos.
Con una población que va a exceder los nueve mil millones de personas en 2050, la FAO considera fundamental la «habilidad» para elevar la calidad de los alimentos usando los terrenos actualmente cultivados.
El daño en las tierras «puede afectar nuestra capacidad para producir comida, puede degradar la calidad del agua y ello afectará a las superficies productivas, así que podemos perder nuestros medios de subsistencia, por lo que la gente tendrá que migrar mientras la tierra se degrada», agrega Watson.
Este diagnóstico fue aprobado el sábado pasado en la plenaria del sexto encuentro de IPBES, en el que participaron autoridades de 116 de los Estados miembros de la organización y más de 175 científicos. Las soluciones que sugieren los especialistas no son vinculantes.
La elaboración de este texto fue un «pedido» de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, ante la falta de documentación científica sobre esta problemática.
El de IPBES no es el único informe que alerta sobre la desertificación de los cultivos. Un estudio publicado en diciembre en el periódico Nature Climate Change concluye que más de un cuarto de la superficie de la Tierra va a ser «significativamente» más seca, pese a que se controlen los límites del calentamiento global estipulados en el acuerdo de París.
Esta indagación considera como una amenaza mayor la aridez, la degradación de suelos y la pérdida de plantas y árboles, que son claves para absorber el dióxido de carbono, uno de los contribuyentes al calentamiento global.
El siguiente encuentro de IPBES se realizará en 2019 en París. Para entonces, la organización publicará la actualización del informe global de la biodiversidad de 2005, informa AFP.