Una grieta kilométrica muestra cómo África se parte en dos
Una kilométrica grieta ha aparecido en el sudoeste de Kenia, dividiendo el terreno y provocando el colapso de parte de la carretera Nairobi-Narok.
La Tierra está en constante cambio aunque, en algunos aspectos, la alteración pueda ser casi imperceptible para nosotros. Las placas tectónicas son un buen ejemplo de esto. Sin embargo, de vez en cuando sucede algo dramático, como la kilométrica grieta que ha aparecido en el sudoeste de Kenia, concretamente en el Gran Valle del Rift, una importante falla geológica y uno de los terrenos más inestables de África, dividiendo el terreno y provocando el colapso de parte de la carretera Nairobi-Narok. Ademas, también ha dañando las instalaciones eléctricas, un área de tierra cultivable y fértil, así como varias construcciones de la zona. La brecha, que ya provocó la evacuación en zonas rurales del suroeste de Kenia, continúa creciendo y los expertos aseguran que dentro de 50 millones de años el continente africano se partirá en dos.
Esta grieta, dentro de 50 MILLONES de años, separará parte del territorio continental Africa formando un nuevo continente y una nueva placa tectónica. Como te gustaría que se llame? pic.twitter.com/1kkVFjwN6N
— Patricio Valderrama (@patriciov) 4 de abril de 2018
El pasado 18 de marzo del 2018, una grieta gigante empezó a abrirse en Kenia y no para de crecer. Científicos dicen que sería el inicio de la partición de África en dos grandes masas de tierra: pero esto no sucedería por ahora, la proyección es dentro de 50 millones de años. pic.twitter.com/DtLQSzTS0s
— Jean Suriel (@JeanSuriel) 4 de abril de 2018
La grieta, de una profundidad de 15 metros, 20 de ancho y varios kilómetro de largo, se extendió aún más el pasado 18 de marzo después de un fuerte aguacero de semanas con lluvias intensas, inundaciones y temblores; y si bien algunos expertos consideran que el continente africano se está dividiendo en dos partes, como el geólogo David Aded, que apunta en RT.com que la kilométrica franja responde a las actividades tectónicas y volcánicas del pasado ya que no ha habido ningún terremoto reciente en la zona; otros expertos, como el sismólogo Silas Simiyu, no está de acuerdo y considera que la grieta se ha debido a las precipitaciones abundantes caídas en la zona.