Los grandes incendios forestales aumentaron en un 200% en España en 2017
El número de grandes incendios registrados en España en 2017 aumentó casi en un 200% con respecto a la media de los 10 años anteriores, según ha explicado WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), que ha recordado que «el año pasado fue uno de los peores de la historia reciente de la Península Ibérica». Estos datos pertenecen al informe que elabora anualmente esta ONG ecologista sobre incendios forestales.
El número de grandes incendios registrados en España en 2017 aumentó casi en un 200% con respecto a la media de los 10 años anteriores, según ha explicado WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), que ha recordado que «el año pasado fue uno de los peores de la historia reciente de la Península Ibérica». Estos datos pertenecen al informe que elabora anualmente esta ONG ecologista sobre incendios forestales.
WWF asegura que la mano del ser humano está detrás del 96% de los incendios, que el 55% es intencionado y que el 23% se debe a negligencias.
Durante los incendios de 2017, solo en Portugal ardieron cerca de 440.000 hectáreas, un 400% más que en la última década, y en el conjunto peninsular se quemó más de medio millón de hectáreas. Además, un centenar de personas perdieron la vida, seis de ellas españolas. Las zonas más afectadas fueron las del noroeste ibérico: el norte y centro de Portugal, las comunidades de Galicia y Asturias y la provincia de León, donde se produjeron múltiples incendios simultáneos desbordando a los dispositivos de extinción y amenazando a numerosas poblaciones.
La ONG ha afirmado que «urge cambiar el enfoque de la lucha contra el fuego» y ha alertado de que «de no hacerlo, acabaremos afrontando situaciones de verdadera emergencia nacional en un futuro cercano, con superincendios simultáneos e inabordables por los medios de extinción». Por ello, se han dirigido a las administraciones para solicitar que «inviertan esfuerzos en conocer la dimensión del problema» y que, por un lado, prohiban la construcción de nuevas viviendas en los montes y, por otro, eliminen las edificaciones ilegales.
Asimismo han recordado que, en el sur de Europa, las posibilidades de que se produzcan este tipo de siniestros aumentan cuando se dan condiciones como la despoblación rural, el abandono de usos, la ausencia de gestión forestal, un caótico modelo de urbanismo, los efectos acumulativos del cambio climático y la arraigada cultura del fuego, informa Efe.