Los primeros embriones in vitro, nueva esperanza para salvar al rinoceronte blanco del norte
Los primeros embriones de rinoceronte blanco han sido concebidos mediante inseminación in vitro para asegurar la supervivencia de la especie, casi extinta. A día de hoy, solo quedan dos hembras vivas y el último macho, Sudán, murió el pasado mes de marzo.
Los primeros embriones de rinoceronte blanco han sido concebidos mediante inseminación in vitro para asegurar la supervivencia de la especie, casi extinta. A día de hoy, solo quedan dos hembras vivas y el último macho, Sudán, murió el pasado mes de marzo.
El futuro de estos rinocerontes depende del éxito de la técnica de fertilización llevada a cabo por los científicos. Las hembras de rinoceronte blanco del sur serán las primeras inseminadas con esperma almacenado y utilizadas como gestantes, dando lugar a embriones híbridos; se prevé que la primera cría nazca dentro de 3 años.
El mayor reto científico consiste en lograr fecundar a las dos hembras de rinoceronte blanco del norte supervivientes para concebir embriones de raza pura y, en caso de lograrlo, abordar la falta de diversidad para dar lugar a una nueva población de esta especie. Con este fin, los científicos han recogido docenas de muestras de piel de distintos rinocerontes con las que esperan ser capaces de crear embriones genéticamente diversos, en el plazo de una década.
El equipo pretende coger muestras de las dos hembras en los próximos meses. El procedimiento, que conlleva cierto riesgo para los animales, implica que sean sometidos a anestesia general durante dos horas. «Nos preocupa que algo inesperado ocurra durante el proceso, eso sería una pesadilla; pero confiamos en que podamos obtener las muestras», comenta uno de los científicos, al diario británico The Guardian.
Este proyecto fue concebido por primera vez en 2008, cuando se hizo evidente que la extinción de esta especie era cuestión de pocos años, debido a la caza furtiva y a la destrucción de su hábitat natural. Si en 1960 había 2.000 ejemplares, en la actualidad solo quedan dos.
El uso de técnicas de reproducción asistida para salvar a especies en peligro de extinción ha sido objeto de debate desde 1970, cuando estos métodos empezaron a usarse en humanos y ganado.