Greenpeace bloquea la sede de la petrolera BP el primer día de su nuevo director
«Si BP quiere seguir existiendo en el siglo XXI, debe convertirse al 100% a las energías renovables», afirma la ONG ecologista
Activistas de la ONG ecologista Greenpeace han bloqueado este miércoles por la mañana la sede de la empresa petrolera BP en Londres con paneles solares y barriles de petróleo coincidiendo con la entrada en funciones del nuevo director general del gigante petrolero británico, Bernard Looney. Greenpeace pretende presionar así a Looney, en su primer día en el cargo, para que BP haga más en la lucha contra el cambio climático[contexto id=»381816″].
Unos cien activistas se concentraron hacia las tres de la madruga en el barrio londinense en el que BP tiene sus oficinas. Desplegaron 500 paneles solares y bloquearon las puertas de acceso con barriles de petróleo. Según Greenpeace, BP ha generado más emisiones de carbono en los últimos 50 años que cualquier otra empresa europea. La ONG asegura que es el grupo petrolero que más gasta en presionar contra las leyes climáticas.
«Su nuevo director general debe aceptar que, si BP quiere seguir existiendo en el siglo XXI, debe convertirse al 100% a las energías renovables[contexto id=»381730″]«, afirma en un comunicado Richard George, uno de los activistas presentes en la protesta. Un portavoz de BP ha asegurado que los ecologistas seguían en el lugar a última hora de la mañana y que la Policía también estaba allí.
Como medida de precaución, el grupo decidió cerrar temporalmente su sede. Looney, que está de viaje en Alemania, «comprende la frustración y la rabia de los manifestantes en Londres», ha señalado el grupo. «Comparte su profunda preocupación por el cambio climático y revelará sus ambiciones en términos de bajas emisiones de carbono la próxima semana», ha dicho el portavoz.
Con regularidad, BP es blanco de acciones de los movimientos ecologistas, que irrumpen en sus asambleas de accionistas o lanzan acciones legales contra sus proyectos. Greenpeace anunció el martes que impugnaría en los tribunales la legalidad de un permiso de perforación concedido por el Gobierno británico al gigante petrolero en el mar del Norte, frente a la costa de Escocia, alegando que la ciudadanía no fue consultada.