Un campo de fútbol cada seis segundos: así se pierde la selva tropical
La tasa de pérdida de selva fue la tercera peor registrada desde que se recopilaron datos por primera vez en 2002, solo detrás de 2016 y 2017
En 2019 se perdieron 11,9 millones de hectáreas de cobertura aérea, según datos de la Universidad de Maryland, publicados en Global Forest Watch. Casi un tercio de esa devastación, apunta la plataforma en línea que proporciona datos y herramientas para el monitoreo de bosques, ha tenido lugar en los bosques primarios tropicales húmedos, zonas de selva tropical madura con significación por su biodiversidad y almacenamiento de carbono. Esto se traduce en una pérdida de superficie de bosque primario equivalente a un estadio de fútbol cada 6 segundos durante todo un año.
En 2019, el exterminio de bosques primarios aumentó en un 2,8 % con respecto al año anterior. A pesar de los esfuerzos por parte de ecologistas para paliar la deforestación, durante las últimas dos décadas las cifras de superficie forestal han disminuido. La tasa de pérdida fue la tercera peor registrada desde que se recopilaron datos por primera vez en 2002, solo detrás de 2016 y 2017.
Brasil es el país más afectado
El mayor aumento en la pérdida de bosques ha tenido lugar lugar en Bolivia, donde los incendios provocaron la reducción de un 80% de la cobertura arbórea. Global Forest Watch apunta que muchos de sus incendios fueron provocados para limpiar tierras de cultivo y plantar, «pero debido a los vientos persistentes y al clima seco se propagaron fuera de control hacia los bosques».
Aunque en la República Democrática del Congo ha habido una ligera disminución en la pérdida de bosques «fue el tercer año más alto registrado». La plataforma explica que las operaciones agrícolas han sido uno de los determinantes para estas cifras, junto con una «evidencia emergente de que la tala comercial, la minería y la tala para las plantaciones estaban teniendo un impacto».
La pérdida de bosques primarios ha disminuido aproximadamente un 50% en Ghana y Costa de Marfil, además de la reducción por tercer año consecutivo en Indonesia con un 5% menos en comparación con el año anterior. Una cifra esperanzadora que no se había visto desde principios de siglo. Además, en Colombia también se ha reducido significativamente «la pérdida de bosques primarios». Una noticia positiva después de las enormes pérdidas forestales durante los dos años anteriores.
Brasil, sin embargo, ha concentrado «más de la tercera parte de toda la pérdida de bosques primarios tropicales húmedos a nivel mundial» coronándose como el país tropical que más daño ha sufrido en la pérdida de bosques primarios.
Lejos de los trópicos, los incendios forestales que asolaron Australia a finales de 2019 y principios del 2020 han reforzado un aumento en la «pérdida de cobertura arbórea», con una multiplicación por seis respecto al año anterior. Es probable que el impacto de esta catástrofe aumente las cifras de 2020, pues estos incendios aún no están incluidos en los datos.
La organización recuerda que «a pesar del éxito aparente que tuvieron algunos países en poner freno a la pérdida de bosques, los datos de 2019 resaltan un hecho: la lucha por poner freno a la pérdida de bosques tropicales está lejos de terminar«. Por ello, Global Forest Watch recuerda que no hay que bajar la guardia. «La pandemia del coronavirus plantea más amenazas para los bosques del mundo en los meses y años por delante» con una disminución en la vigilancia de los bosques que puede incidir en incendios.
Apelan a la responsabilidad de los gobiernos para que inviertan «en la restauración y la administración sensata de los bosques creará fuentes de trabajo, contribuirá a economías más sustentables y protegerá los ecosistemas forestales que nuestro mundo necesita».