Unas 275 ballenas piloto —una especie que puede llegar a medir hasta cinco metros y se localiza en aguas tropicales y subtropicales—permanecen varadas en una zona remota de la isla de Tasmania, en el sur de Australia. Según han informado las autoridades de país oceánico ya han fallecido, al menos, 25 cetáceos.
Lo más importante: más de una veintena de expertos ambientales y socorristas se encuentran en la zona para evaluar las acciones que se tomarán y tratar de salvar a los animales. Aún se desconoce el causante mayor de esas ballenas encalladas en la orilla del mar. En general, estos mamíferos suelen quedarse a menudo varados en las costas de Tasmania, pero esta vez es grave porque hay una gran cantidad de cetáceos implicados.
Las autoridades del Gobierno regional de Tasmania han sobrevolado la región donde han sido hallados los cetáceos y han señalado que las ballenas se encuentran localizadas en tres lugares de Macquarie Harbour, una bahía cerrada en la costa oeste de la isla.
Aunque algunos de los mamíferos ya han sido confirmados por las autoridades competentes como fallecidos, el responsable de la operación de rescate, Nic Deka, ha señalado que el diagnóstico de las demás ballenas «es difícil», pues aún no se sabe si otras «han muerto» o «en qué condiciones se encuentran». En los varamientos a veces las ballenas mueren deshidratadas o sus pulmones quedan aplastados debido al gran peso de estos animales en tierra firme.
No es la primera vez que un grupo de ballenas queda varado en las playas de Tasmania, especialmente en la bahía de Macquarie Harbour. El último accidente masivo en este emplazamiento se produjo hace una década. En 1996 tuvo lugar el mayor suceso de este tipo en la parte occidental de Australia, cuando unas 320 ballenas quedaron encalladas en la costa.
En anteriores ocasiones, la comunidad científica ha barajado la posibilidad de que las ballenas acudan al litoral atraídas por los sonares de grandes buques o guiadas por un cabeza de grupo desorientado tras sufrir una enfermedad. Los investigadores creen que son animales sociales y si uno de ellos se introduce en aguas poco profundas el resto le sigue.