China ha anunciado que modificará artificialmente el clima del país antes del año 2025. En un comunicado oficial, el país asiático ha explicado que con este programa experimental de modificación meteorológica pretenden cubrir un área de 5,5 millones de kilómetros cuadrados, el 56% del terreno. China tiene, en total, unos 9,5 millones de kilómetros cuadrados de superficie.
Cómo funciona: la técnica consiste en inyectar pequeñas cantidades de yoduro de plata a las nubes con gran humedad, obteniendo una mayor condensación y provocando la precipitación deseada, ya sea lluvia o nieve.
El método para lograr la modificación del clima lleva varios años ensayándose. Hasta ahora se han invertido en el desarrollo y aplicación de esta tecnología más de 1.000 millones de euros. Según The Guardian, este programa da trabajo a más de 35.000 personas.
Aunque China es el primer país del mundo que ha informado de esa transformación artificial de manera sistemática, decenas de países han puesto en marcha programas de este tipo. En Estados Unidos llevan décadas investigando cómo provocar nubes en lugares secos. De hecho, esa «siembra de nubes» fue patentada en este país en 1946. En Colorado hacen uso de esta herramienta, pues la falta de nevadas que se produce cada cierto tiempo pone en peligro toda la industria del turismo y el esquí en las Montañas Rocosas.
Por su parte, China lanzó su propio programa en la década de los sesenta. Uno de los ejemplos más destacados se llevó a cabo en Beijing en el período previo a los Juegos Olímpicos de 2008, cuando se introdujo artificialmente la lluvia para limpiar el cielo de niebla tóxica.
El plan a largo plazo prevé que para 2035, la capacidad de alteración del clima de China alcance un «nivel avanzado» con el que se pretende revitalizar las regiones rurales, restaurar los ecosistemas y minimizar las pérdidas por desastres naturales. Al contar con el control de las lluvias, existiría un mayor análisis de la agricultura del país evitando el daño de los cultivos por la ausencia o exceso de precipitaciones. También se podría beneficiar a aquellas situaciones de desastres naturales.
Sin embargo, los ojos están puestos en cómo afectará a los países vecinos, especialmente en India quien advierte que la posibilidad de controlar la lluvia y la nieve puede ser un arma potente. Los expertos han señalado que uno de los problemas de este clima artificial ambicioso es que pueda ocasionar un choque a los fenómenos atmosféricos naturales.