Tras más de una década de investigaciones y desarrollo, la empresa BioAmmo ha conseguido diseñar los primeros cartuchos de escopeta 100% libres de plástico y biodegradables. Se han propuesto producir 50 millones unidades en lo que resta de año y quieren promover la lucha contra la contaminación que generan los usados tradicionalmente.
Por qué te lo contamos: muy pocos de los cientos de millones de cartuchos de plástico de un solo uso que se disparan cada año se reciclan. «Me di cuenta de que estábamos dejando plástico en el medioambiente que permanecería allí para siempre», comenta el emprendedor español, Enrique López-Pozas, quien se encuentra tras la firma.
Habiendo nacido entre militares, López-Pozas se crió rodeado de armas, lo que le llevaría, 12 años atrás, a la pregunta clave que marcaría el comienzo de su negocio: ¿qué sucede con todos los cartuchos de escopeta que desechan cazadores y tiradores deportivos por todo el mundo?
Los cartuchos que produce a día de hoy BioAmmo tienen una patente en 55 países y pueden ser consumidos por microorganismos en el suelo en uno o dos años, al ser arrojados a una pila de abono o agregados a la basura orgánica doméstica. Sin embargo, este magnífico sustituto aún tiene que pelear para ganar la lucha, pues el empresario mantiene que «el plástico es un gran material de alguna manera, fue diseñado para pesar poco y durar mucho tiempo, pero la humanidad no pensó en el hecho de que existirá para siempre», dice. «Ese es el problema, y uno con el que tenemos que lidiar».
Peter Chatland, director de mercados internacionales de la firma, resalta que «obviamente, esto tiene importantes consecuencias para la sostenibilidad ambiental en todas las disciplinas y sectores. Por ejemplo: no habrá plástico que contamine el planeta durante cientos de años, no habrá microplásticos que entren en la cadena alimentaria y no habrá plástico que añadir al vertedero».
BioAmmo está presente en más de 20 países. «Después de 12 años de investigación y finalmente tomar la decisión de llevar los productos al mercado, terminamos haciéndolo en un año que fue peor para todos», se lamenta el empresario en las declaraciones publicadas por The Guardian. Sin embargo, afirma que «nos ha dado tiempo para estar presentes en más de 20 países y lo hemos aprovechado al máximo. Esperamos que los pedidos sean muy altos [este año] cuando las cosas vuelvan a la normalidad. Exportamos alrededor del 95% de nuestros productos porque la caza y disparar se han estancado en España y nuestras ventas aquí son mínimas ».
La producción del año pasado fue bastante limitada, pues solo se llegaron a emitir cinco millones de cartuchos, pero la empresa está convencida de que conseguirán multiplicar esa cifra por diez durante el 2021, incluidas cargas de perdigones no tóxicos y sin plomo.