Alicante alcanza la temperatura más alta en enero en dos siglos con 29,8 grados

La ciudad de Alicante ha marcado hoy, con 29,8 grados centígrados, la temperatura más alta en un mes de enero de los dos últimos siglos, es decir desde que comenzó la observación meteorológica en la localidad, que data de 1858.

Por qué es importante: en menos de un mes, España ya ha transitado por una diferencia térmica de 65 grados centígrados. Desde los -35,8 registrados con la borrasca Filomena en las cumbres de León a los 29,8 alcanzados este viernes en la ciudad de Alicante. «Enero ha sido, por tanto, de extremos térmicos en toda España. Comenzó con una ola de frío y temperaturas bajo cero, y termina con una situación de calor anormal», ha comunicado Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) y presidente de la Asociación Española de Geógrafos (AGE).

Jorge Olcina ha señalado, asimismo, a EFE, que la temperatura alcanzada hoy en el observatorio de Ciudad Jardín supone un «récord absoluto» en la ciudad en el primer mes del año. Los siguientes valores más altos desde el punto de vista histórico en este mes fueron el 7 de enero de 1982 y este jueves (ambos con 29,2 grados centígrados), el 25 de enero de 1865 y 15 de enero de 1868 con 26,8 grados y el 13 de enero de 1881, con 26,4.

Según el catedrático, «la llegada de una masa de aire subtropical que ha entrado en Alicante con circulación de viento de poniente ha sido la causa del registro de temperatura tan elevado» en las últimas horas.

A todo este cóctel metereológico habría que sumarle la última de las cinco borrascas de enero, Justine, que va a llegar este fin de semana tras unos días de repunte de temperaturas para dejar un tiempo propiamente invernal, con lluvias, viento que podría superar los 100 kilómetros por hora y temporal marítimo.

De este modo, el primer mes del año cierra con récord de borrascas con nombre: Filomena -que dejó nevadas históricas en el centro de la Península-, Gaetán, Hortense, Ignacio y ahora Justine, tres de las cuales se sucedieron en sólo cinco días, un hecho que los meteorólogos consideran «histórico» para enero.