Una elefanta de apenas dos semanas ha muerto este jueves por la noche en el zoológico de Borås, en Suecia, por el abandono de su manada.
En contexto: la cría, una hembra que nació el 26 de marzo y que todavía no tenía nombre, fue rechazada después de que el lunes naciera otro elefante, un macho. Los cuidadores han explicado en sus redes sociales que no pudieron hacer nada al respecto.
«Pese a los cuidados intensivos proporcionados por un veterinario y los cuidadores durante tres días, que estuvieron a su lado día y noche, el animalito nos ha dejado hoy. Su cuerpo ya no podía soportar más, tuvo que dormirse», ha anunciado el zoo desde la cuenta que tiene en Instagram, con una foto de los cuidadores alrededor del animal. «Todos estamos muy tristes, pero al mismo tiempo intentamos consolarnos, porque la otra cría de elefante parece estar alerta y despierta», ha agregado el zoo. Al fin y al cabo, reconocen que es una parte esencial de su trabajo poder fortalecer una población animal como la de los elefantes africanos y enfrentar los desafíos que estas criaturas encuentran en la naturaleza.
El zoológico de Borås, en el oeste de Suecia, acoge una decena de elefantes de África. Los nacimientos en cautividad son muy inusuales en el caso de esa especie, cuya población ha descendido considerablemente en estado salvaje. Hace 50 años, en África había alrededor de 1,5 millones de elefantes; pero, según el último censo de grandes mamíferos realizado en 2016 por la Unión Nacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), sólo quedan unos 415.000.