La espiral mortal de nuestros océanos: más del 70% de los tiburones han desaparecido en los últimos 50 años
Golpeados por el colapso climático y la pesca destructiva los océanos están cambiando y se enfrentan a una «espiral mortal» que ya ha hecho que más del 70% de los tiburones y rayas hayan desaparecido en el último medio siglo. Incluso si el calentamiento global se limita al objetivo acordado de 1,5 °C, se prevé que hasta el 90% de los arrecifes de coral de aguas cálidas se perderán.
Lo más importante: el cambio climático, la pesca industrial, la minería submarina, las prospecciones petrolíferas o la contaminación y los plásticos han llevado a un estado crítico de la segunda fuente de oxígeno del planeta. Es más, cada segundo, más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos.
Por ello es que desde Greenpeace urgen a aprobar el Tratado Global de los Océanos en Naciones Unidas, una Constitución de los Océanos para acabar con esta degradación y que proteja el 30% de los océanos para 2030. «El océano puede parecer remoto, especialmente en un momento como este, pero todos dependemos de él para el oxígeno que respiramos, y miles de millones dependen de él para su alimentación y sustento. Todos necesitamos el océano, y ahora mismo el océano nos necesita», apunta Pilar Marcos, responsable de Océanos de Greenpeace, que también lamenta la «manipulación» de este día, Día Mundial de los Océanos, por muchas empresas y gobiernos para hacer greenwashing: «Hoy, empresas de pesca, de plásticos, de gestión de residuos, de minería submarina e incluso petroleras celebrarán el día con un buen lavado verde. Un día para liberar de plásticos las playas. Sin embargo, algo está fallando cuando los datos que mostramos en Greenpeace dibujan un sistema marino con claros signos de agotamiento. El ‘greenwashing’, mejor dicho el ‘bluewashing’ de las empresas no está frenando la degradación de los océanos».
En este sentido, desde la organización aseguran que se prevé que hasta el 90% de los arrecifes de coral de aguas cálidas se perderán a medida que la temperatura de la superficie del amar aumenta. Además, lamentan que cada segundo, más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos. El 80% proviene de tierra. Ya en 2020 se estimaba que el ritmo de producción de plásticos habría aumentado un 900% con respecto a niveles de 1980 (más de 500 millones de toneladas anuales ). Es más, la mitad de este incremento se ha producido tan solo en la última década. Así, desde Greenpeace aseguran que el nivel de recuperación de envases de plásticos a nivel estatal es del 25,4%, muy lejos de los ratios anunciados por Ecoembes, que cifra la recogida de envases domésticos hasta el 77%.
En este sentido, la organización señala que en 1998 se encontró una bolsa de plástico a 10.898 metros de profundidad, siendo el 92% de las interacciones de la fauna marina residuos plásticos. Y como dato alarmante y reflexivo, anuncian que de 626 ballenas francas analizadas en Atlántico norte, el 83% mostraba signos de interacción con plásticos.
Desde Greenpeace también denuncian el impacto de la pesca con redes de deriva. Así, señalan que en el Índico esta acción ha matado a 4,1 millones de delfines entre 1950 y 2018, y se estima que esta captura incidental alcanzó un máximo de casi 100.000 cetáceos al año durante el período 2004-2006, pero ha disminuido en más del 15% desde entonces, una disminución que bien podría reflejar la fuerte reducción en el tamaño de la población debido a estos impactos.
De esta forma, desde la ONG destacan que en más de la mitad de nuestros mares, el 55% de su superficie, se desarrollan actividades pesqueras, de manera que cinco naciones ostentan el 77% de la flota pesquera en alta mar: China, Taiwán, Japón, Indonesia y España. Desde 1950, con la mejora de tecnología pesquera, hemos sido capaces de pescar, cada década, 350 metros más profundo. Un 59,9% de las poblaciones de peces analizadas están explotadas hasta su rendimiento máximo sostenible.
En España, el 80% de los recursos ambientales de la costa están degradados tras 30 años de urbanización masiva. Concretamente, en los últimos 30 años (desde la aprobación de la Ley de Costas de 1988), la superficie de costa urbanizada se ha duplicado, pasando de 240.000 a 530.000 hectáreas. Mientras, el hotel ilegal de El Algarrobico, con más de 30 pronunciamientos en su contra sigue en pie en pleno parque costero-marítimo del Cabo de Gata y en la laguna costera del Mar Menor en la Región de Murcia, en 2016 murió el 85% de la pradera submarina por la falta de luz debido a los constantes vertidos y salmueras fruto de la actividad agraria que sigue sin control.
Las demandas de Greenpeace
Actualmente, no existe un marco general o integral para proteger la vida marina en alta mar, a pesar de que el 64% de nuestros océanos se encuentran más allá de la jurisdicción nacional de cualquier Estado. Es fundamental que los gobiernos establezcan un Tratado Global de los Océanos en Naciones Unidas este año, que podría conducir a santuarios oceánicos en todo el mundo, libres de actividades humanas dañinas.
Más de 70 países ya se han comprometido a proteger al menos el 30% de los océanos para 2030, incluida la mayoría de los miembros del G7, pero siguen sin aprobar el Tratado.
Se espera que los gobiernos se reúnan en agosto en Naciones Unidas para acordar un sólido Tratado Global de los Océanos que podría crear grandes santuarios marinos en todo el mundo. Los instamos a que traten esta emergencia con la ambición que requiere y no pierdan una oportunidad más para brindar a nuestros océanos la protección que necesitan con urgencia. Necesitamos que trabajen juntos y construyan un Tratado vinculante del que las generaciones futuras se sientan orgullosas.
Ya son casi 3.650.000 personas, entre ellas científicos, activistas y figuras públicas de todo el mundo las que se han sumado a la campaña Protect the Oceans de Greenpeace hasta ahora y que pueden seguir sumándose desde España.