China es el país que más CO2 emite a la atmósfera a nivel mundial. El país asiático es el responsable de un 31% de las emisiones de carbono de todo el globo en 2021, muy lejos de la segunda nación más contaminante, Estados Unidos, con un 14%. Los datos chinos se deben al aumento del uso del carbón en los sectores eléctrico e industrial que forman parte de la estrategia de desarrollo económico seguida por el Gobierno de Xi-Jinping.
Los datos provienen de un estudio de Global Carbon Project, asociación dedicada a medir las cifras de carbono emitidas cada años por los países. El estudio también señala que los niveles de CO2 de China durante este curso tienen otra explicación: fue el primer país que salió de la crisis mundial provocada por la pandemia, lo que permitió que sus fábricas e industrias abrieran antes que en otros estados, aumentando así la aportación al total. Antes de la crisis del covid, China ya era la responsable de una cuarta parte del dióxido de carbono contaminante.
El estudio señala que las emisiones de 2021 bajarán en Estados Unidos y la Unión Europea, respectivamente un 3,7% y un 4,2%. Estados Unidos representa el 14% de las emisiones planetarias, la UE un 7%. Mientras, India, como cuarto emisor, se situó en el 7%, aunque esta semana su primer ministro, Narendra Modi, anunció que su país no podría cumplir con el objetivo de cero emisiones netas hasta 2070.
Las emisiones de CO2 se sitúan casi a los mismos niveles previos a la pandemia
Los científicos también alertan del repunte en las emisiones a nivel global. A pesar de que durante la pandemia estas se redujeron ante el descenso en el uso del coche o el cierre temporal de algunas industrias (cayendo un 5,4%), en 2021 volverán a subir, esta vez un 4,9%, hasta situarse a menos de un 1% del récord de 2019.
El informe constata que la reactivación económica vuelve a basarse en las energías fósiles. Las emisiones debidas al petróleo han aumentado un 4,4% en 2021. No vuelven a los niveles de 2019, pero los autores del estudio señalan que el sector de transportes no se ha recuperado aún a los niveles previos a la crisis, por lo que ese repunte puede acelerarse.
La consecuencia de la reactivación de la economía y del planeta es que los estados se alejan del objetivo de limitar el aumento de la temperatura en 1,5ºC. El planeta ya ha experimentado un aumento de entre 1,1ºC y 1,2ºC respecto a la era preindustrial. Al ritmo actual, el mundo solo cuenta con ocho años por delante para tener el 50% de probabilidades de limitar el aumento de la temperatura al 1,5°C marcado como meta en la Cumbre del Clima de Glasgow.