Críticas de todos los partidos contra el vertedero de Nerva tras la llegada de residuos
La llegada de 110.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de Montenegro reabre el debate medioambiental
La llegada de más de 110.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de Montenegro, que irán a parar al vertedero ubicado en Nerva (Huelva), ha provocado una oleada de críticas, tanto desde plataformas ciudadanas, como de ambos lados del espectro político, en un debate sobre la responsabilidad de los hechos.
Precisamente, el alcalde de Nerva, José Antonio Ayala (PSOE), ha señalado este jueves que después de que el Ayuntamiento «no diera la licencia en 2008» para el vertedero y de que «haya estado pleiteando hasta 2017, cuando el TSJA dio la razón a la empresa», va a utilizar «todas las herramientas a su alcance dentro de la legalidad para el cierre» del mismo.
Este lunes se produjo una concentración a la que acudió el propio alcalde, el coordinador provincial de IU y portavoz de Unidas Podemos por Huelva, Marcos Toti, que enfatizó «el no rotundo» de su formación a la nueva llegada de residuos e incidió en la necesidad de que se clausure el vertedero. A su juicio, habría que realizar tareas de control de los actuales residuos para que no haya fugas pero debería cerrarse y «que no entre ni medio kilo más».
«El retrete tóxico de Europa»
Juan Romero, responsable de Ecologistas en Acción, lamentó que Nerva sea «el retrete tóxico de Europa» y lleve 25 años soportando tener unas instalaciones de ese tipo a solo 700 metros de un barrio nervense.
«Se puso hace 25 años alegando que sería para residuos de la industria andaluza y llegan de todas partes», explicó Romero, que ha pedido su cierre acompañado por un plan de recolocación para la treintena de empleados y un plan de desarrollo para la Cuenca Minera en compensación por todos los años de vida del vertedero.
La secretaria general del PSOE de Huelva, María Eugenia Limón, ha señalado este jueves que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Nerva llevará a pleno municipal una declaración de «no interés público del vertedero» para iniciar el expediente para su cierre.
En manos del Ministerio de Transición Ecológica y la Junta de Andalucía
El regidor nervense, que ha manifestado que el Ayuntamiento solo tiene competencias en materias urbanísticas y no medioambientales, ha apuntado que el «órgano sustantivo del que depende la instalación es la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible» y «después el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico», al que «se ha remitido el Ayuntamiento» porque «es quien autoriza la llegada de los extracomunitarios, con un informe previo favorable de la Junta de Andalucía».
De hecho, Vox ha llevado el tema a la Mesa del Congreso, preguntando por la conformidad del Gobierno central con esta nueva llegada de residuos y si esta ha contado con «todas las autorizaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico» y « las máximas condiciones de seguridad».
El partido de Abascal opina que el vertedero de Nerva «lleva 22 años caracterizado por una gestión nefasta, con más de 15 incendios en el interior de sus instalaciones, nubes de polvos tóxicos en las operaciones de descarga y malos olores que tienen que sufrir continuamente los vecinos de la zona».
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha indicado este jueves en Huelva que el vertedero de Nerva «debe ir clausurándose de manera progresiva, aunque buscando una alternativa» porque «el propio municipio lo sigue necesitando».
Un cierre progresivo con garantías de futuro para sus empleados
Los líderes sindicales de UGT y CCOO de Huelva, Sebastián Donaire y Julia Perea, advierten que «habrá que estudiar si es viable mantener el vertedero abierto» y han destacado que la situación es «compleja» porque ha generado «una confrontación entre ciudadanos de la comarca», toda vez que han destacado que «hay que buscar un plan alternativo para los trabajadores» y «evitar que la Cuenca Minera sufra otra desbandada de ciudadanos como cuando cerró la mina en el año 2000 y otro incremento del desempleo y la precariedad».
Por ello, han subrayado que habrá que estudiar con las administraciones «la mejor solución para el futuro del vertedero, pero teniendo en cuenta que hay cientos de trabajadores que viven del mismo», por lo que consideran que «hay que buscar una alternativa social y ponerla encima de la mesa antes de que ocurra el cierre, porque sino después tendremos un problema».