Las mariposas monarca y los esturiones engrosan la lista roja de especies amenazadas
El listado de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluye actualmente 147.517 especies, de las cuales 41.459 están en peligro de extinción
La mariposa monarca migratoria (Danaus plexippus plexippus), conocida por sus viajes desde Estados Unidos y Canadá a los criaderos de México, acaba de ser incorporada a la Lista Roja de Especies Amenazadas en la categoría de «en peligro«.
Tanto la actividad humana como el cambio climático han impactado significativamente a las mariposas monarca migratorias y constituyen una amenaza de rápido crecimiento para este y otros insectos. La sequía limita y decelera el crecimiento del algodoncillo, de donde se alimentan, y aumenta la frecuencia de incendios forestales catastróficos, con temperaturas extremas que desencadenan migraciones más tempranas y matan a millones de mariposas.
Las mariposas monarca migratorias, conocidas por sus viajes desde Estados Unidos y Canadá a los criaderos de México, acaban de ser incorporadas a la Lista Roja de Especies Amenazadas en la categoría de «en peligro»
El nuevo listado, obra de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), advierte también de que todos los esturiones migratorios del hemisferio norte están amenazados por la caza y sus depredadores. Actualmente, la lista roja incluye 147.517 especies, de las cuales 41.459 están en peligro de extinción.
«La actualización de la lista roja destaca la fragilidad de las maravillas de la naturaleza, como el espectáculo único de las mariposas monarca que migran miles de kilómetros», ha dicho Bruno Oberle, director general de la UICN.
La situación alarmante de mariposas monarca y esturiones
La población de mariposas monarca migratorias se ha reducido entre un 22 y un 72 % durante la última década, advierte la UICN. “Desde plantar algodoncillo nativo y reducir el uso de pesticidas hasta apoyar la protección de los sitios invernales y contribuir a la ciencia comunitaria, todos tenemos un papel para asegurarnos de que este insecto icónico se recupere por completo”, ha comentado Anna Walker, miembro del Grupo de Especialistas en Mariposas y Polillas de la CSE-UICN.
Paralelamente, la evaluación de la UICN revela que no se ha logrado detener el declive de los esturiones: la totalidad de las 26 especies que existen en el mundo está en peligro de extinción, frente al 85 % en 2009.
El esturión del Yangtsé (Acipenser dabryanus) ha pasado la categoría «en peligro crítico» a «extinto en estado silvestre» y otras 17 especies pasan a estar «en peligro crítico», tres están «en peligro» y cinco son «vulnerables». También se ha confirmado la extinción del pez espátula chino (Psephurus gladius).
Dichos animales han sido sobreexplotados por su carne y caviar durante siglos. A pesar de estar protegidas por el derecho internacional, se necesita “una aplicación más estricta de las regulaciones sobre la venta ilegal de carne y caviar de esturión”, dice la UICN. La restauración de los ecosistemas de agua dulce y la construcción de pasos efectivos para los peces, junto con unas repoblaciones, son medidas clave para apoyar la supervivencia a largo plazo de estos peces.
La recuperación del tigre
En la otra cara de la moneda encontramos al tigre (Panthera tigris), del que se han encontrado más ejemplares de los que se pensaba que había en el mundo. Concretamente, existen entre 3.726 y 5.578 tigres en la naturaleza, lo que representa un aumento del 40 % desde 2015.
El incremento se explica por la mejoría en el seguimiento de estos felinos, lo que ha permitido localizar a más ejemplares. A esto hay que añadir el buen funcionamiento de los proyectos de conservación, según la UICN, lo que invita a ser optimistas de cara a su recuperación.
El incremento de tigres se explica por la mejoría en el seguimiento de estos felinos y el buen funcionamiento de los proyectos de conservación
Al igual que los esturiones, esta especie es víctima de la caza furtiva, así como sus presas, lo que influye en su alimentación. Asimismo, también se ven afectados por la fragmentación y destrucción de su hábitat a causa de la presión de la agricultura y el desarrollo urbano.
«Para preservar la rica diversidad de la naturaleza, necesitamos áreas protegidas y conservadas de forma efectiva y gobernadas justamente, junto con una acción decisiva para responder al cambio climático y restaurar los ecosistemas», concluye Bruno Oberle.