Una solución 'win-win-win' para luchar contra el desperdicio alimentario
Too Good To Go es una aplicación que salva una bolsa de comida descartada cada cuatro segundos
Marie-Lindstrom, Country Manager de Too Good To Go en Espana.
Un tercio de toda la comida producida se acaba tirando. El desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, casi cinco veces más que el sector de la aviación y tiene un coste económico mundial de casi un billón de dólares, según estima la UNEP.
En España, según la FAO, cerca de ocho millones de toneladas de comida terminan en la basura cada año. Este desperdicio representa una ineficiencia de la cadena alimentaria, con repercusiones económicas, ambientales y sociales, ya que se pierde el trabajo y los recursos naturales detrás de la producción de alimentos.
Las causas del desperdicio se encuentran en todos los niveles de esta cadena, incluyendo fallos en la planificación y programación de las cosechas, el uso de métodos ineficientes en la producción, condiciones inadecuadas de almacenamiento, prácticas inefectivas en la venta minorista y hábitos inapropiados por parte de los consumidores, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Sin embargo, todos estos fallos son también oportunidades para reducir la pérdida de alimentos a varios niveles del sector alimentario. Así lo ve Too Good To Go, una compañía danesa con certificación B Corp que pone al consumidor al centro de una solución para luchar contra el desperdicio alimentario.
Esta empresa social nació en 2016, cuando un grupo de amigos cenando en un buffet vieron cómo los camareros empezaban a tirar comida en perfecto estado antes del cierre del restaurante. Lo que muchos consumidores tenemos normalizado fue la chispa que llevó a los fundadores de Too Good To Go a desarrollar una innovadora aplicación móvil que conecta a los usuarios con negocios de alimentación como restaurantes, supermercados y panaderías, permitiéndoles comprar excedentes de comida diaria a un precio reducido.
Los usuarios pueden ver en la aplicación los establecimientos cercanos que ofrecen packs sorpresa con productos frescos o cercanos a su fecha de consumo que simplemente no se han vendido durante la jornada. Una vez adquirido el pack a través de la app, solo deben recogerlo en el horario señalado.
La aplicación ayuda a evitar el desperdicio de alimentos no vendidos al final del día y crea un escenario «win-win-win», como lo explica la directora de Too Good To Go en España, Marie Lindström: «Los usuarios pueden acceder a comida en perfecto estado a un precio más reducido y también pueden conocer muchos locales nuevos. Al final gana también el planeta, ya que ayudamos a los establecimientos a reducir su impacto en el medio ambiente».
Too Good To Go ya está presente en 19 países incluyendo España, otras naciones europeas, Estados Unidos y Canadá. Cuenta ya con 100 millones de usuarios y más de 170.000 establecimientos a nivel mundial. La aplicación llegó a España en 2018 y ya cuenta en nuestro país con una comunidad de siete millones de usuarios y más de 20.000 establecimientos, incluyendo grandes grupos hoteleros como NH y Meliá, supermercados como Carrefour y Eroski y cadenas de restauración como Dominos y Vips, además de cientos de pequeños establecimientos.
El reto del cambio de mentalidad
Lanzar una aplicación tan disruptiva en la cadena alimentaria española no fue tarea fácil, explica Lindström: «El gran reto fue la falta de concienciación. En España había menos educación sobre el reto [del desperdicio alimentario] y sobre cómo los consumidores pueden ayudar». En un país donde cada hogar tira alrededor de 65 kg. de comida al año, Too Good To Go ha embarcado en varias iniciativas educativas para concienciar al público español.
Por ejemplo, la iniciativa ‘Mira, Huele, Prueba’ ha creado una etiqueta con este eslogan, colocada en los envases de productos con fecha de consumo preferente -que se suele malinterpretar como caducidad- para recordar a los consumidores a utilizar sus sentidos antes de descartar alimentos. La iniciativa ya cuenta en España con el apoyo de más de 41 marcas y se puede encontrar en más de 1.200 productos.
Según Lindström el desafío hercúleo del desperdicio cero va más allá de la solución que aporta Too Good To Go: «Más que un app, queremos ser parte de un movimiento en cuanto a lo que es el desperdicio de alimentos». Este movimiento requiere un cambio de mentalidad hacia el consumo de alimentos, para convertirnos en waste warriors. Este apodo se usa en Too Good To Go para referirse a aquellas personas que toman decisiones para reducir el desperdicio en su día a día, desde ordenar un pack de Too Good To Go hasta aprovechar los productos frescos en recetas antes de que se pongan malos.
Un problema que va más allá del consumidor
Si bien la responsabilidad del consumidor es clave, el desperdicio alimentario es un problema sistémico que requiere la colaboración de todos los agentes involucrados: el sector privado, la Administración pública, las organizaciones no gubernamentales y los consumidores.
En junio de 2022, el Consejo de Ministros aprobó la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, el primer marco legal para prevenir el desperdicio de alimentos de manera holística. La ley exige a las empresas de alimentos un autodiagnóstico de sus actividades, para identificar dónde se producen pérdidas de comida e implementar medidas para reducirlas, asignando usos alternativos para alimentos descartados.
Too Good To Go participó junto con otras organizaciones en la consulta de esta ley, que considera esencial para acelerar y escalar la lucha contra el desperdicio alimentario. Sin embargo, Lindström sugiere que aún queda trabajo por hacer en el plano legislativo, inspirándose de casos de éxito en Francia e Italia: «Creo la ley podría desarrollar más lo que pasa antes del consumo, en toda la cadena, desde el fabricante hasta la mesa. Es un buen inicio, pero se podría aumentar y trabajar más la parte que incluye al fabricante y al canal de distribución».
Una compañía de impacto
Too Good To Go se denomina como una empresa de tech for good, ya que utiliza la tecnología como herramienta para crear un impacto positivo a través de su aplicación y otras iniciativas. Además, la empresa utiliza un sistema ingenioso para medir su impacto. Según explica Lindström, por cada surprise bag que un usuario compra, se estima que se ha evitado que un kilo de comida termine en la basura, lo que equivale a la reducción de 2,7 kg de CO2. Con este sistema, Too Good To Go ha podido medir su creciente impacto hasta ahora: «A nivel global hemos salvado 350 millones de surprise bags. Y cada cuatro segundos salvamos una bolsa a nivel global. Es algo de lo que estamos muy orgullosos», comenta Lindström.
Too Good To Go estima haber evitado la emisión de 59,000 toneladas de CO2eq en España y 945.000 toneladas de CO2eq a nivel mundial, un gran impacto medioambiental que además genera ingresos para los establecimientos registrados en la aplicación. Marie Lindström espera poder concienciar a más consumidores, marcas y establecimientos a unirse a la lucha contra el desperdicio alimentario, que aún tiene una larga trayectoria que recorrer para acercarse al desperdicio cero. «Muchas veces queremos hacer bien y no sabemos donde empezar. Pues Too Good To Go es una forma excelente de empezar. Bajas la aplicación, vas a la panadería de la esquina, al bar de al lado de casa o a tu ‘súper’ y ya has tenido un impacto. Has hecho que un kilo de comida no acabe en la basura y que todos los recursos que se han utilizado para fabricar esta comida no hayan sido desperdiciados».
Luchar contra el desperdicio alimentario no solo es una oportunidad clave para reducir el cambio climático y la pérdida de recursos, sino también para transformar la forma en que producimos y consumimos alimentos. El éxito de iniciativas como Too Good To Go nos muestra que, con la concienciación del consumidor, políticas favorables y la colaboración del sector privado, es posible crear un impacto real.
