Ana Salceda: «El público que ve documentales contribuye en la conservación de la naturaleza»
A los acuarios y festivales llegan personas cuyas vidas diarias no están necesariamente conectadas a la naturaleza
La periodista y documentalista ambiental Ana Salceda comparte en esta entrevista cómo su trayectoria profesional, inicialmente centrada en la política, la llevó a un enfoque más ambiental durante sus años trabajando en América Latina. Fue allí donde identificó la necesidad de comunicar la importancia de las comunidades indígenas y pesqueras en la conservación de los ecosistemas más valiosos del planeta. Con el tiempo, la creciente amenaza de la deforestación, la contaminación y el cambio climático la llevó a buscar un impacto más allá de las pantallas.
Pregunta:¿Qué fue lo que inicialmente te inspiró a dedicarte a la producción de documentales con un enfoque ambiental?
Respuesta: Mi carrera periodística -enfocada en política, principalmente- me llevó a Latinoamérica, donde empecé a darme cuenta de la necesidad de comunicar al público lo que estaba pasando en las selvas, ríos y mares de los lugares más prístinos del planeta, y el papel fundamental que juegan las comunidades indígenas y pesqueras en la conservación de la naturaleza de la que dependen. Con el paso de los años, el aumento de las amenazas (deforestación, contaminación, sobrepresca…), y el avance del cambio climático entendí la urgencia y la necesidad de crear impacto más allá de los créditos finales.
P:¿Cómo ha evolucionado tu perspectiva sobre la conservación del medioambiente a lo largo de tu carrera?
R: Me he dado cuenta de la necesidad de contar historias de ciencia y naturaleza con el ser humano como actor central; y no precisamente apuntando al problema y/o los responsables ni lanzando mensajes apocalípticos, sino entendiendo las necesidades de las comunidades que viven en y de la naturaleza, buscando la sinergia de todos los actores y enfocando la historia hacia las soluciones. Es del todo cierto que las personas solo protegemos lo que amamos, y solo amamos lo que conocemos y entendemos… De ahí la necesidad de acercar al público a la naturaleza, y buscar la colaboración de todos los actores para lograr soluciones duraderas a los problemas.
P: ¿Qué impacto crees que han tenido tus documentales en la concienciación pública sobre la crisis ambiental?
R: Nuestro documental Tesoro del Caribe ha sido el medio y motor para la protección del arrecife Corona Caimán (protagonista de la historia) en ambos países: Belice y Guatemala. El documental es además, la pieza central de una campaña llamada Big Fish Initiative, endorsada por laFAO pesquerías, la NOAA (Agencia atmosférica y oceánica de los EEUU),los Consejos de pesca del Gran Caribe y mas de 50 socios de la región(asociaciones de pescadores, gobiernos, ONGs y academia).
P: ¿En qué consiste esta campaña?
La campaña está enfocada en la recuperación de especies de peces de arrecife que comparten un fascinante comportamiento reproductivo en agregaciones de desove. Proteger estas agregaciones es el primer paso para recuperarlas poblaciones de estas especies comerciales -meros, pargos y jureles de todo el gran Caribe- tan importantes para el sustento de millones de personas y la salud de los arrecifes de coral de la región caribeña. Las audiencias meta de la campaña son: pescadores, tomadores de decisiones y consumidores de pescado que llegan al Caribe procedentes de Europa o Estados Unidos.
P: ¿Podrías compartir algún ejemplo concreto de cómo tu trabajo ha contribuido a cambios positivos en comunidades o ecosistemas específicos?
R: Trabajando con equipos de todo el mundo, mis proyectos han contribuido a aprobar legislación que protege el arrecife Corona Caimán; a proteger agregaciones reproductivas en el Caribe; a ampliar las Reservas Marinas en el Mar de Cortés; a garantizar los derechos sobre la tierra de las comunidades indígenas de Mesoamérica; a proporcionar medicamentos vitales a los enfermos de VIH; y a proteger la población de águilas arpías en Panamá, por ejemplo.
P: ¿Qué desafíos has enfrentado al tratar de transmitir mensajes ambientales complejos a través del cine?
R: Comunicar ciencia al gran público es un reto, porque –aunque es fascinante y nuestra materia prima es la belleza- no siempre resulta fácil encontrar el equilibrio entre un mensaje científico y el entretenimiento; el sentido de urgencia y el optimismo, etc.. Además, a veces el protagonista de nuestra historia es una planta o un animal cuyo comportamiento es limitado o aparentemente poco interesante. Es entonces cuando te enfocas en las conexiones (humanas, científicas, políticas…) que probablemente te ayuden a ampliar los horizontes de la historia. La falta de buenos presupuestos para nuestras películas y sus respectivas campañas de impacto son un reto importante en todos y cada uno de nuestros proyectos.
P: ¿Cómo seleccionas los temas o historias para tus documentales? ¿Qué criterios utilizas para decidir qué problemáticas abordar?
R: Mi activismo radica en contar historias donde se encuentran el mundo natural, la ciencia y el bienestar humano, para catalizar el cambio social. Yo siempre estoy en contacto con científicos y personas que están sobre el terreno y me cuentan noticias fascinantes o eventos alarmantes, que merecen atención. Si la problemática no está siendo atendida por ningún otro contador de historias, me sumerjo en ella para entenderla mejor: investigo la historia natural y las ciencias físicas, los protagonistas (animales y personas) y -por supuesto- las conexiones y soluciones.
P: ¿Crees que el cine documental tiene un papel más influyente que otros medios en la educación ambiental? ¿Por qué?
R: Los seres humanos somos contadores de historias innatos. Desde tiempos ancestrales hemos compartido experiencias y conocimientos contando historias. El formato documental con su soporte visual, auditivo, y el tiempo necesario para desarrollar una historia, proporciona un espacio de conexión intelectual y emocional; permite al público involucrarse en la historia; entender bien las causas de las problemáticas y los diferentes puntos de vista, y -establecida esta conexión- abrir su mente a las soluciones. Un buen documental puede ser eficaz para atraer a audiencias, crear conciencia, cambiar actitudes, apuntar a soluciones y motivar a la acción mejor que cualquier otro soporte, desde mi punto de vista.
P: ¿Cómo percibes la relación entre el entretenimiento y la educación en los documentales ambientales?
R: Un buen documental alcanza el equilibrio entre ambos. Para llegar a públicos no-cientificos o que ya son amantes de la naturaleza, es fundamental entretener al público mientras desempacas el contenido educativo. Por eso la importancia de contar historias interesantes con personajes carismáticos y una buena tensión dramática. Una buena historia debe ser fácil de entender, fácil de recordar, fascinante y persuasiva. El reto es lograrlo sin que sufra la ciencia ni adulterar la realidad.
P: Desde tu experiencia, ¿cómo reaccionan diferentes audiencias a los mensajes ambientales mandas desde tus documentales?
R: Generalmente las audiencias rechazan los mensajes ambientales si éstos les hacen sentir culpables o abrumados. Por eso, mis documentales se enfocan en las causas sin apuntar a culpables o en todo caso explicando las necesidades que llevan a la gente a actuar de manera agresiva/dañina con la naturaleza, y destacan las soluciones y el trabajo conjunto para solventar las crisis. Con audiencias cada días mas sofisticadas, es importantísimo conocer a tu audiencia meta: entender sus motivaciones, cómo piensan y sienten… Yo diría que el primer paso para que tu documental resuene con las audiencias a las que lo diriges es conocerlas en profundidad y en tus campañas de impacto tomarte el tiempo para ganarte su confianza.
P: ¿Qué papel juegan festivales como Wild Oceans Films en la promoción de documentales ambientales? ¿Consideras que realmente contribuyen a la concienciación global?
R: Absolutamente. A los acuarios y festivales llegan personas cuyas vidas diarias no están necesariamente conectadas a la naturaleza, aunque -si llegan a estos eventos -es porque tienen la sensibilidad y curiosidad necesaria para sentirse atraídos por las especies que hay allí o las historias que allí se cuentan. Este público es susceptible de convertirse en aliado para la protección y conservación de la naturaleza si ven documentales que les inspiren, les ayuden a entender mejor las problemáticas y qué pueden hacer al respecto para ayudar.
P: ¿Qué más podrían hacer las industrias cinematográficas y de medios para apoyar la conservación y la sostenibilidad?
R: Los medios y la industria deberían además, ser exigentes en la calidad de la historia -su rigurosidad científica y valor de producción, entre otras cosas. Con buenas e inspiradoras historias, presupuestos que te permitan contar bien la historia, y espacios relevantes para llegar al público, estaremos listos para atraer a audiencias más mayoritarias, lo que aumentaría los ratings y los beneficios obtenidos por los canales y estudios. Y todos ganaríamos. Eso ocurre ya en otros lugares, como Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo. Y se nota en la conciencia ambiental de sus poblaciones.
P: Mirando hacia el futuro, ¿qué temas o enfoques crees que serán clave para los documentales ambientales en los próximos años?
R: En la mitigación y adaptación a cambio climático hay mucha tela: muchas historias y enfoques diferentes. Me parece importante abordar el tema del conocimiento tradicional, que sumado al conocimiento científico, trae una aproximación holística a los temas y, por supuesto, las soluciones.Documentales que muestren la conexión directa entre cuidado de los ecosistemas y salud humana –que en algunos casos llega a la supervivencia de la especie. Historias de esperanza que incluyan paquetes de soluciones asequibles. Historias humanas, protagonizadas por héroes de la vida cotidiana que protegen especies o lugares, que inspiren a las audiencias a montarse en el carro de la conservación. Sobre plástico se ha hecho mucho, pero me parece necesario contar historias de modo diferente sobre este tema.