Javier del Valle: «El ser humano no va a desaparecer por el calentamiento global»
El científico, cofundador de la Asociación de Realistas Climáticos, rompe el mito del CO2. «Es necesario para la vida»
El científico aragonés Javier del Valle es uno de los fundadores de la muy reciente Asociación de Realistas Climáticos, cuyo principal objetivo pasa por transmitir a la sociedad «una información rigurosa al margen de cualquier orientación política». El calentamiento global quita el sueño a los jóvenes (con fuerza revolotea el fenómeno de la ecoansiedad) y alienta la celebración de cumbres internacionales con sabor a ultimátum, pero quien lea a Del Valle quizás cambie de idea y recobre cierto optimismo.
PREGUNTA.- Lo que ustedes proponen es absolutamente contracultural.
RESPUESTA.- Creemos que las ideas que se deslizan al público sobre el cambio climático son equivocadas. No estamos de acuerdo con el alarmismo. La influencia del ser humano sobre el clima se está exagerando; sabemos que el clima ha evolucionado muchísimo a lo largo de la historia, con fases muy diferentes a la de ahora. El IPCC, sin embargo, carga las tintas sobre la humanidad.
P.- Digamos que se deja de lado el factor sapiens y la atención se concentra en nuestras posibilidades de supervivencia. ¿Es grave la situación actual?
R.-La temperatura media ha subido durante el último siglo y medio, pero no es la primera vez que ocurre. En la época romana y la Edad Media hubo incrementos superiores. También se observa lo contrario: el frío registrado a finales del imperio romano, en los siglos XIV y XV y en 1670 con el llamado mínimo de Maunder, cuando las manchas solares (elemento clave para determinar subidas o bajadas de las temperaturas) prácticamente desaparecen de la superficie del sol. La máquina de vapor se generaliza a mitad del siglo XIX, pero la influencia humana desde la revolución industrial en los indicadores actuales es mínima.
P.- Si hubo un mínimo de Maunder, también habrá un pico cálido. ¿Cuándo se producirá?
R.- La actividad solar es cíclica y habrá un nuevo enfriamiento. El máximo solar de esta etapa abarca 2024 y 2025.
P.- ¿Con el frío se acabará el problema de la sequía?
R.- Las lluvias tienen algo que ver con las manchas del sol, pero no tan directamente. Los periodos cálidos son periodos lluviosos en general. De nuevo se transmite a veces equivocadamente la realidad. En España, las crónicas hablan de una Castilla verde, llena de prados, con una ganadería floreciente. Es la época de la Mesta y el paisaje es parecido al de Francia. Pero en el siglo XVI empieza el frío y llega la sequedad.
No tiene por qué haber más lluvias, pero la sequía es otra cosa. Este año las lluvias en el país han estado por encima del promedio. Por otra parte, la aridez es normal en el clima mediterráneo. Es lo que define esa área en verano, donde llueve poco. En España hay zonas donde la aridez es más intensa y larga, luego está el punto intermedio de Castilla y al final casos como el de Galicia, donde dicha aridez prácticamente no existe porque allí el clima es oceánico.
P.- También son frecuentes en la cuenca mediterránea los fenómenos extremos. La dana ha sido el penúltimo recordatorio.
R.- El historial de inundaciones en la zona es interminable. En Valencia hay cuatro por siglo desde el siglo XIV; lo mismo ocurre en Murcia. No es un episodio extraordinario ni novedoso: es consustancial al clima mediterráneo y en los últimos años ha ocurrido algo similar en Grecia, Italia, Libia… ¿Se podrían haber hecho mejor las cosas en el caso concreto del barranco del Poyo? Por supuesto. Tras la riada de 1982 (embalse de Tous) se crean los sistemas automáticos de información hidrológica, que ofrecen datos de precipitación y caudal actualizados cada 15 minutos. La Confederación Hidrográfica correspondiente (la del Júcar en este caso) está obligada a informar a todos los organismos de seguridad autonómicos y estatales cuando se identifica una anomalía. Además, son las confederaciones las responsables del cuidado y mantenimiento del dominio público hidráulico (ríos y cauces). Conviene recordar que dichas confederaciones son organismos autónomos dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica.
P.- Si el calentamiento global apenas conecta con la acción del hombre, tal y como usted sostiene, ¿hasta qué punto tiene sentido el afán de la descarbonización?
R.- El CO2 no es en absoluto contaminante. Al revés, es necesario para la vida. Ahora está presente en la atmósfera en unas 400 partes por millón, es decir, que representa el 0,04% de la composición de la atmósfera (el nitrógeno supone un 70% y el oxígeno un 21%). De ese 0,04% de CO2, el 3% proviene de actividades desempeñadas por el ser humano. Se demoniza el papel del CO2 cuando en el fondo lo que hay en juego son grandes intereses por cambiar sistemas energéticos e influencias geopolíticas. ¿Sabía usted que los principales emisores de CO2 son los volcanes?
P.- ¿Es infundado que tengamos los días contados?
R.- Siempre intento tranquilizar a los chavales cuando doy una charla en alguna escuela. El ser humano no va a desaparecer por cambios en el clima. El clima siempre ha cambiado y muchísimas formas de vida se han adaptado. Quizás estemos en un aprieto en el futuro, pero no será por eso, sino tal vez por una tormenta solar o un cambio magnético en el Polo Norte.