La Universidad de Ohio descubre cómo limpiar los arrecifes de coral sin dañar la plantación
Este avance podría marcar un antes y un después en los esfuerzos por recuperar estos ecosistemas

Un arrecife de coral. | (Canva)
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas marinos más diversos del planeta, pero también están entre los más amenazados. La contaminación y el cambio climático están debilitando estos ecosistemas, provocando su degradación. En los últimos años, científicos de todo el mundo han buscado soluciones proteger los arrecifes. Pero, sin alterar el delicado equilibrio de la vida marina que los rodea.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Ohio ha dado un paso trascendental en esta misión. Tras años de estudio, han desarrollado una técnica que permite limpiarlos sin perjudicar las plantaciones. Y no solo proporciona una solución práctica al problema del mantenimiento de los arrecifes, sino que también refleja como la intervención humana es cada vez más respetuosa.

El comportamiento de los arrecifes
Los arrecifes de coral están formados por colonias de pequeños animales marinos llamados pólipos. Los cuáles secretan carbonato de calcio para formar estructuras rígidas. Estas estructuras, con el paso del tiempo, crean hábitats tridimensionales. En ellos, habitan miles de especies de peces, moluscos, crustáceos y algas. Se estima que más del 25% de la biodiversidad marina, depende directa o indirectamente de los arrecifes de coral, a pesar de que ocupan solo el 1% del fondo oceánico.
Son particularmente sensibles a las condiciones ambientales, los cambios leves en la temperatura y la calidad del agua. Además, la exposición al sol pueden causar estrés a los corales, llevándolos a un fenómeno conocido como «blanqueamiento», en el que expulsan las algas simbióticas. Además, la acumulación de residuos plásticos puede obstruir su crecimiento y dificultar la regeneración natural.
El descubrimiento de la Universidad de Ohio
Los investigadores de la Universidad de Ohio decidieron concentrar sus esfuerzos en la limpieza de los arrecifes sin afectar las nuevas plantaciones de coral que se utilizan para su restauración. Así han desarrollado un sistema automatizado que combina sensores inteligentes, brazos robóticos suaves y técnicas de mapeo 3D del entorno marino.
El sistema, denominado Underwater Zooplankton Enhancement Light Array (UZELA), es capaz de identificar áreas específicas con acumulación de sedimentos o residuos, diferenciándolas de las zonas donde hay plántulas de coral en crecimiento. Esto permite que los mecanismos de limpieza actúen con extrema precisión, evitando el contacto directo con los corales jóvenes.

Cómo limpiarlos sin dañar la plantación
El proceso desarrollado por el equipo de Ohio se basa en una limpieza selectiva y no invasiva. A través de pequeños vehículos submarinos se escanean los arrecifes en busca de residuos, Una vez identificados los puntos críticos, los brazos robóticos realizan una limpieza mediante micro corrientes de agua a presión y pulsos ultrasónicos suaves. Así, eliminan los desechos sin alterar las estructuras coralinas.
Esta técnica ha demostrado ser mucho más efectiva que los métodos manuales tradicionales, que muchas veces requieren la intervención directa de buzos, con el consiguiente riesgo de daño físico a los corales. Además, el sistema CoralGuard puede operar de forma continua y programada, lo que garantiza una vigilancia y mantenimiento en proceso de restauración.
Qué dicen los descubridores de la Universidad de Ohio
La doctora Karen Willows, bióloga marina y líder del proyecto, destacó que el objetivo principal era «crear una solución que no solo fuera eficiente, sino que también respetara el ciclo de vida del coral». Según Willows, los métodos tradicionales de limpieza, aunque bien intencionados, a menudo generan más daño que beneficio. «Muchos de los arrecifes que se intentan restaurar colapsan porque no se considera el impacto de las tareas de mantenimiento», afirmó.
Por su parte, el ingeniero mecatrónico James Caldwell, quien diseñó los componentes robóticos del sistema, explicó que uno de los mayores desafíos fue diseñar un mecanismo que pudiera operar con suavidad en un entorno tan frágil. Tal y como explicó, «Tuvimos que repensar el concepto de limpieza industrial y adaptarlo al lenguaje de la naturaleza».
Ambos coinciden en que este avance es apenas el comienzo. Ya están en marcha colaboraciones con organizaciones de conservación marina para llevar la tecnología a zonas afectadas del Caribe, el Pacífico Sur y el sudeste asiático, donde los arrecifes han sufrido un deterioro acelerado en los últimos años.
A medida que la crisis climática continúa afectando los océanos, iniciativas como esta son un recordatorio de que la ciencia, cuando se une a la conciencia ambiental, puede ser una poderosa aliada en la recuperación del planeta. Limpiar los arrecifes sin dañar lo que estamos tratando de salvar es sin duda muy positivo para preservar la vida marina.