El árbol que solo crece en Cuenca y Albacete: conoce su fruta y cómo cultivarlo
El almez es de hoja caduca, su altura es de 25 metros y su copa es amplia y redondeada con una sombra densa

Un almez. | (Canva)
En el vasto patrimonio natural de España, Castilla-La Mancha destaca por albergar especies vegetales únicas. Una de ellas es el almez (Celtis australis), un árbol que, aunque presente en otras regiones mediterráneas, encuentra en esta comunidad autónoma condiciones óptimas para su desarrollo.
De hecho, es muy difícil que esta especie crezca en otras regiones de España. También conocido como lledoner en algunas zonas, ha sido valorado durante siglos por su madera resistente y sus frutos comestibles.

Dónde crece y cómo es su fruto
El almez se halla principalmente en las provincias de Albacete y Cuenca, especialmente en áreas de bosques mixtos y ribereños. Estas regiones ofrecen las condiciones climáticas y edáficas ideales para su crecimiento. Puesto que son aptas para que el árbol prospere y forme parte del ecosistema local.
El fruto del almez es una drupa pequeña y redonda de color negro cuando madura, conocida como almeza o lledó. Estos frutos son comestibles y poseen un sabor dulce. Aunque su consumo no es muy común en la actualidad. Históricamente, las almezas se recolectaban y consumían frescas o se utilizaban en la elaboración de licores y mermeladas.
Características de este árbol
El almez es un árbol adaptable que puede plantarse en diversas regiones con clima mediterráneo. Prefiere suelos profundos y bien drenados, aunque tolera diferentes tipos de suelo. Este árbol soporta muy bien la sequía y puede soportar heladas moderadas, lo que lo hace adecuado para jardines urbanos y rurales. Además, su sistema radicular es menos agresivo que el de otras especies. Lo que permite su plantación cerca de infraestructuras sin riesgo de daños.
Este árbol caducifolio puede alcanzar alturas de 20 a 25 metros. Su copa es amplia y redondeada, así proporciona una sombra densa y agradable. Las hojas son simples, alternas, de color verde oscuro y con bordes serrados. Durante el otoño, las hojas adquieren tonalidades amarillas antes de caer. La corteza es lisa y de color grisáceo, y con el tiempo puede desarrollar fisuras longitudinales. El almez es apreciado no solo por su estética, sino también por su longevidad y resistencia a plagas y enfermedades.