Un Mediterráneo más cálido aumenta el potencial de danas, pero no es determinante
Los valores térmicos se han situado entre 2 y 3,5ºC por encima de lo normal en Tarragona, el golfo de Valencia y Mallorca

Castellón en aviso chubascos y tormentas que pueden ser localmente muy fuertes.
El experto de Meteored Samuel Biener ha explicado que un Mediterráneo más cálido aumenta el potencial de lluvias intensas. Sin embargo, no es un factor determinante: para que produzcan fenómenos adversos es necesaria inestabilidad en altura.
Así se ha expresado Biener a raíz de que la temperatura del Mediterráneo haya vuelto a acercarse a los 30ºC. En concreto, los valores térmicos se han situado entre 2 y 3,5ºC por encima de lo normal en Tarragona, el golfo de Valencia y Mallorca, si bien esta anomalía podría suavizarse en los próximos días, según recoge Europa Press.
Y es que para que se produzca un episodio de lluvias torrenciales tienen que concurrir más factores, de acuerdo con el experto. Por ejemplo, que una dana se sitúe sobre la vertical del Estrecho o del golfo de Cádiz, que exista un flujo de levante bien marcado y que la orografía contribuya a reactivar u organizar determinadas estructuras convectivas.
Fenómenos extremos
Biener ha especificado que no todos los episodios de lluvia intensa se deben a una dana. Además, ha dicho que si bien todos los años aparecen algunas –y que suelen dejar tormentas locales intensas en verano–, no todas causan fenómenos extremos.
“El trágico episodio de Valencia fue extraordinario, y aunque es posible que este otoño se repitan inundaciones en algún punto del Mediterráneo, las danas son muy erráticas y solo se pueden prever con pocos días de antelación“, ha recalcado.
Primeras tendencias estacionales
Por otro lado, el experto de Meteored ha avanzado que las primeras tendencias estacionales no indican de momento un aumento claro de precipitaciones. Asimismo, ha añadido que aunque el cambio climático eleva el riesgo de que se produzcan estos sucesos, no garantiza un episodio catastrófico.
En su opinión, el riesgo real de inundaciones lo dispara la intervención humana en el territorio: “La ocupación de barrancos y antiguas albuferas, la falta de educación ambiental, la ausencia de prevención y la mala gestión aumentan el impacto de las lluvias intensas”, ha subrayado.