Por qué los satélites que va a enviar España al espacio ayudarán a prever otra dana
Esta nueva medida responde a la necesidad urgente estar prevenidos frente a las catástrofes naturales

Un satélite. | Canva
En los últimos años, España ha sufrido con crudeza los efectos extremos del clima. Uno de esos fenómenos más recientes y dramáticos fue la dana que afectó gravemente a la Comunidad Valenciana, generando pérdidas humanas, enormes cuantías económicas y daños al medio ambiente. Por eso, van a enviar satélites que ayuden a prever danas.
De tal forma, el Gobierno español planea lanzar tres nuevos satélites de observación terrestre, integrados en la constelación ESCA+, con el propósito de mejorar la vigilancia y anticipación ante catástrofes naturales.

Tres nuevos satélites para prever tragedias
La inversión aprobada por el Gobierno español asciende a 325 millones de euros para los tres satélites de órbita terrestre baja de tamaño mediano dentro del marco de la Adenda dana del Plan de Recuperación y Resiliencia. Los cuales, buscan reforzar la observación terrestre con alta frecuencia sobre el territorio nacional.
Cada uno de esos satélites podrá captar variaciones térmicas, la humedad de superficie, estructuras nubosas y detectar fenómenos atmosféricos ocultos detrás de nubosidad. La constelación resultante podrá entregarse en tiempo casi real a los servicios de emergencia, lo que significa que los responsables de protección civil podrán reaccionar con más rapidez.
Funcionamiento de los satélites
Para comprender cómo estos instrumentos ayudarán a prever tragedias como una dana, conviene entender su modo de operación y su aporte científico-técnico.
1. Órbita y revisita
Estos satélites estarán posicionados en órbita terrestre baja. Con trayectorias sincronizadas con el Sol para maximizar su cobertura y consistencia en las condiciones de iluminación. Gracias a la constelación, se logrará una alta frecuencia de revisita sobre el territorio nacional, es decir, que un mismo punto será observado con intervalos cortos.
2. Sensores ópticos y térmicos
La cámara óptica de muy alta resolución (VHR) permitirá ver detalles del terreno, nubes y estructuras nubosas con una precisión espacial alta. Por eso, es clave para medir diferencias de temperatura en superficie, que son pistas de inestabilidad térmica, potencial formación de tormentas o procesos de convección vertical intensos.
3. Radar de apertura sintética (SAR)
El radar SAR otorga la capacidad crítica de observar la Tierra incluso con nubosidad intensa o de noche. En contextos de tormentas densas, cuando la visibilidad óptica se ve bloqueada por nubes, el radar puede penetrar y medir altitudes. Lo que es esencial en fases previas a inundaciones o colapsos por precipitaciones intensas.
4. Sensores electromagnéticos (ELINT) y otros sistemas
Los sensores ELINT pueden capturar emisiones electromagnéticas en bandas específicas, lo que permite detectar actividad eléctrica atmosferica, descargas u otros fenómenos eléctricos asociados a tormentas intensas. Además, la arquitectura del sistema incluirá estaciones terrestres, que forman parte de una cadena completa de observación, análisis y distribución de alertas.
Flujo de datos y alertas
El flujo típico será: los satélites captan imágenes y mediciones en continuo, esas señales se transmiten a estaciones terrestres, los datos son procesados con algoritmos de detección de anomalías, modelos atmosféricos y sistemas de inteligencia artificial, si se identifica riesgo de desarrollo tormentoso intenso o condiciones que preceden una DANA, y se emite alerta a los servicios meteorológicos y de emergencia.
Hasta ahora, España dependía en buena medida de modelos meteorológicos, radares terrestres, estaciones en tierra y observaciones satelitales externas para la vigilancia atmosférica. Pero esos sistemas tienen limitaciones. Sin embrago, con estos nuevos satélites que ayudan a prever una dana nacionales integrados en ESCA+, España ganará autonomía.