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Medio Ambiente

Ingenieros de Montes advierten de que los incendios forestales podrían ser incluso peores

Para el verano de 2026, los ingenieros de Montes reclaman enfocar la financiación hacia los Puntos Estratégicos de Gestión

Ingenieros de Montes advierten de que los incendios forestales podrían ser incluso peores

Un coche circula al lado del terreno calcinado. | Carlos Castro / Europa Press

«Lo que ha sucedido con los incendios forestales va a volver a ocurrir y es posible que sea incluso peor» si no aumenta la financiación para prevención y se mejoran los dispositivos de extinción, ha advertido a EFE el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM), Eduardo Tolosana.

Los fuegos de gran magnitud, que este verano arrasaron más de 380.000 hectáreas y firmaron una de las campañas más devastadoras entre las registradas hasta ahora, han motivado una serie de reuniones de los expertos del COIM para elaborar un informe que presenta propuestas a corto, medio y largo plazo para enfrentar este tipo de desastres.

Como medida previa para el verano de 2026, los ingenieros de Montes reclaman enfocar la financiación hacia los Puntos Estratégicos de Gestión, diseñados para planificar técnicas de extinción predeterminadas con la infaestructura adecuada porque «es más eficiente prevenir» con una logística correcta que incluya, por ejemplo, «accesos adecuados para que los bomberos lleguen a los incendios y puedan frenarlos» con la mayor rapidez posible.

Campaña larga

Las altas temperaturas y condiciones de riesgo han alargado la campaña de incendios forestales de 2025, que adelantó su inicio al 1 de junio y se prolongará hasta este viernes 31 de octubre, pero el futuro puede ser peor según el decano.

En Portugal fallecieron más de 60 personas en 2017 por culpa de los incendios y en Grecia fueron 104 en 2018, recuerda Tolosana, quien avisa de que «en España pasará lo mismo si no se toman medidas urgentes» y se pregunta «¿cuántos muertos tenemos que esperar para que se tomen medidas eficaces?».

El también catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid considera que los dispositivos españoles de extinción «son de los mejores del mundo» y de hecho ayudan a sofocar incendios en otros países, pero «deben aplicar más tecnología y fortalecer su capacitación técnica».

«No necesitamos más aviones, sino que sean más eficaces y con las mejoras tecnológicas adecuadas, incluyendo inteligencia artificial», ha precisado, además de «homogeneizar los sistemas de comunicación y geolocalización de las diferentes CCAA», si bien lo más importante sigue siendo la prevención.

Diez puntos

Para ayudar a evitar futuras catástrofes, el COIM analiza diez puntos clave y el primero de ellos es el cumplimiento efectivo de la Ley de Montes existente desde 2003 que obliga a las administraciones a tener planes técnicos de gestión, pero «sólo el 24 % de los montes del territorio español cuentan con ellos».

Aumentar la financiación y los fondos específicos para reforzar la prevención, en coordinación del Gobierno central y las autonomías, es otro punto básico, después de que la inversión en gestión forestal se hundiera durante la crisis económica tras 2008: «desde entonces, el crecimiento es lento, aunque los incendios de 2025 deberían ser un incentivo para que las CCAA diseñen planes más ambiciosos».

El 56 % del territorio español es superficie forestal y, de ella, el 72 % es de propiedad particular, por lo que el tercer punto incluye impulsar la gestión conjunta a partir de la flexibilización de mecanismos de actuación con un apoyo financiero público que incluya la creación de un fondo forestal específico que compense el abandono rural y el envejecimiento de la población.

Otras medidas

Como cuarta y quinta medida reclaman impulsar un diseño del territorio en mosaico «ya que la mayor parte de la superficie quemada es matorral» y una prevención basada en ecosistemas resilientes.

Es preciso además mejorar las infraestructuras, incluyendo pistas que sirvan como cortafuegos, y simplificar los procesos administrativos, como sexto y séptimo puntos.

Las últimas tres propuestas son incentivar la profesionalización y la continuidad laboral de los ingenieros de montes, el cambio de paradigma en la extinción del fuego incidiendo más en la prevención y promover la coordinación y la cultura de prevención y autoprotección de las personas que viven en las zonas rurales.

Los diez puntos serán comunicados a las administraciones «para que las tomen en cuenta en la elaboración de los planes de gestión forestal y podamos frenar la amenaza», ha concluido Tolosana.

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