Yenxa, la tecnología necesaria para que convirtamos el aceite usado en jabón en casa

Verter el aceite usado por el fregadero o el inodoro es una práctica común en muchos hogares, con efectos sobre el medio ambiente que a menudo se desconocen. Un solo litro de este residuo puede contaminar hasta 1.000 litros de agua potable, según advierte la Fundación Aquae. Al entrar en ríos y océanos, el aceite forma una película superficial que impide el intercambio de oxígeno y pone en riesgo a la biodiversidad. Con el tiempo, se acumula en la cadena alimentaria, terminando por llegar a nuestros platos. 

Mientras la contaminación del aceite sigue deteriorando nuestros ecosistemas, la falta de conocimiento y de acceso a soluciones adecuadas mantiene las tasas de reciclaje en España por debajo del 10%. Frente a esta estadística, Yenxa ofrece una solución a través de máquinas capaces de transformar el aceite de cocina en jabón natural apto para lavadora.

Ana Martínez Tanco, una de las fundadoras de la empresa, fue premiada por esta iniciativa en la edición de 2025 de GIRA Mujeres, el concurso de Coca-Cola comprometido con promover el emprendimiento femenino. 

No es alquimia, es tecnología

La idea de Yenxa surgió durante una mudanza. Al encontrar un bote de aceite usado entre sus pertenencias, Martínez empezó a pensar en los posibles usos de este material. Esta reflexión fue el inicio del proyecto que acabaría formando junto a sus cofundadores, Javier Vidorreta Salillas y Sergio Villava Gómez, unidos por un compromiso compartido con la sostenibilidad y la innovación. «Entendíamos que la forma en la que se estaba gestionando este residuo generaba un impacto muy alto, particularmente en la huella de carbono. Queríamos combatir este problema mientras desarrollábamos productos tecnológicos de valor», explica Martínez. 

El primer producto de la compañía fue Yenxa Home: un pequeño electrodoméstico, parecido en tamaño y aspecto a una cafetera, en el que, al introducir 150 ml de aceite vegetal usado, 200 ml de agua y una cápsula biodegradable, la máquina genera 750 ml de detergente sin alérgenos.

La innovación más reciente de la empresa busca ir más allá del ámbito doméstico, reciclando volúmenes mucho mayores de aceite. Yenxa Industrial, un equipo de dimensiones parecidas a las de una máquina expendedora, está pensado para empresas, entidades públicas y colectividades como hospitales y residencias: «En estos centros se generan grandes cantidades de aceite porque se preparan muchas comidas al día y, al mismo tiempo, existe una alta demanda de productos de limpieza», señala la fundadora.

De este modo, Yenxa Industrial crea un ecosistema de economía circular en cada lugar donde se instala: «Con esta tecnología, los hospitales y las administraciones públicas pueden reciclar in situ, reducir envases y emisiones, generar su propio jabón y cambiar el paradigma de gestión de un residuo que supone un reto ambiental importante». 

Yenxa trabaja ahora en la colaboración con administraciones públicas para instalar estos equipos en puntos de recogida. La propuesta incorpora un sistema de recompensa inmediata, donde quienes lleven aceite usado a estos espacios podrán recibir, a cambio, jabón líquido. Como explica Martínez, «las administraciones tienen la responsabilidad de dotar de infraestructura para el reciclaje y nuestro producto les propone una tecnología que incentiva ese gesto cívico».

Un proyecto con recorrido

Ana Martínez cuenta con 32 años de experiencia en el ámbito del emprendimiento, seis al frente de Yenxa. Durante este tiempo, la empresa ha obtenido distintos premios a nivel nacional e internacional, entre ellos el Premio Global a la Innovación otorgado por la Zero Waste Foundation. Además, figura entre las 101 startups más innovadoras de España, distinción impulsada por la Asociación Española de Agencias de Desarrollo Regional (Foro ADR).

En noviembre de este año, Martínez participó en GIRA Mujeres. Señala que decidió presentarse por el enfoque del programa en el empoderamiento femenino: «Me interesa participar en foros donde se habla expresamente del liderazgo de las mujeres». La convocatoria contó con la participación de 880 mujeres, de las cuales cuatro fueron premiadas en las categorías Quiero emprender y Tengo un negocio. Martínez presentó el proyecto de Yenxa y fue una de las dos ganadoras de esta última. 

Entre los premios del concurso se incluyen una mentoría de cuatro meses brindada por Impact Hub, 8.000 euros en capital semilla, tres meses de clases de aceleración de negocios y una formación impartida por ESIC, especializada en impulsar o mejorar emprendimientos. Sin embargo, la fundadora de Yenxa afirma que el valor principal de GIRA Mujeres fue el proceso: «Las formaciones, el poder trabajar la oratoria final con profesionales de la talla de Macarena Berlín y compartir espacio con personas y mujeres increíbles hicieron que la experiencia fuera muy positiva». 

Con Yenxa, Martínez quiere demostrar que es posible «hacer las cosas de otra manera, ahorrando mientras cuidamos el planeta». Para avanzar con este cambio, hace un llamado a los ciudadanos, empresas y administraciones públicas: «Apostemos por la tecnología local con un impacto global».