Jugarse la vida cada día para ir al colegio, la realidad que viven los niños de Atuler
Atuler es conocida como “el pueblo acantilado” por su peligrosa e inusitada ubicación. No hay carreteras que conecten con el resto del mundo que le rodea y solo se puede acceder a él a través de 17 escalas de madera de vid que son tan antiguas como el mismo pueblo. “Reemplazamos una escalera por otra nueva cuando vemos que una de ellas está podrida”, reconoce Chen Jigu, uno de los habitantes de Atuler. La realidad vivida en esta pequeña aldea por 72 familias, que según informes viven con menos de 1 dólar al día, es una muestra de la pobreza extrema que atenaza a la población rural china. Los habitantes eligieron vivir en lo alto de la montaña en un contexto de guerra y conflictos tribales. Una decisión de consecuencias irreversibles en la actualidad. Aunque las autoridades chinas aseguran que construirán una escalera de acero hasta encontrar una solución permanente después de que las imágenes del fotógrafo Chen Jie se hayan convertido en viral. Hasta que eso ocurra, estos niños y sus familias seguirán jugándose la vida cada día.
Imágenes como esta muestran una realidad difícil de imaginar en el mundo en el que vivimos. Los niños que escalan la imponente pared de 800 metros que aparece en la fotografía van hacia el colegio. Un descenso potencialmente mortal de 90 minutos que gracias a estas fotografías se ha puesto el foco sobre la realidad vivida por 72 familias de la aldea china de Atuler Zhoojue.
Atuler es conocida como “el pueblo acantilado” por su peligrosa e inusitada ubicación. No hay carreteras que conecten con el resto del mundo que le rodea y solo se puede acceder a él a través de 17 escalas de madera de vid que son tan antiguas como el mismo pueblo. “Reemplazamos una escalera por otra nueva cuando vemos que una de ellas está podrida”, reconoce Chen Jigu, uno de los habitantes de Atuler. La realidad vivida en esta pequeña aldea por 72 familias, que según informes viven con menos de 1 dólar al día, es una muestra de la pobreza extrema que atenaza a la población rural china. Los habitantes eligieron vivir en lo alto de la montaña en un contexto de guerra y conflictos tribales. Una decisión de consecuencias irreversibles en la actualidad. Aunque las autoridades chinas aseguran que construirán una escalera de acero hasta encontrar una solución permanente después de que las imágenes del fotógrafo Chen Jie se hayan convertido en viral. Hasta que eso ocurra, estos niños y sus familias seguirán jugándose la vida cada día.