Las diferencias de género son comunes en leyes de todo el mundo
El estudio ha detectado un total de 943 disposiciones legales que se aplican de distinta forma a hombres y mujeres. Las disparidades se han agrupado según siete indicadores: acceso a instituciones, uso de la propiedad, facilidad para conseguir trabajo, incentivos laborales, presencia en los tribunales, obtención de crédito y protección de la mujer frente a la violencia. Las restricciones laborales son las más frecuentes. Llama la atención que en algunos países del mundo las mujeres aún no pueden tener pasaporte, elegir dónde vivir o trabajar sin el permiso de su marido, como ocurre en Yemen, Emiratos Árabes o Irán. En el Congo y Níger no pueden abrir una cuenta bancaria, y en Guinea Ecuatorial no pueden firmar un contrato. Más del 40 por ciento de los países establece un sistema de cuotas de participación femenina en sus gobiernos, aunque apenas unos cuantos llegan al 50 por ciento.
Las desigualdades entre un hombre y una mujer se reflejan en las legislaciones de muchos países del mundo. Así lo asegura el estudio Mujer, Empresa y Derecho 2016, elaborado por el Banco Mundial. Sus resultados revelan que las diferencias de género son una norma común en 155 de las 173 economías analizadas, es decir, un 90 por ciento. España se encuentra entre los países donde no existe diferencia alguna.
El estudio ha detectado un total de 943 disposiciones legales que se aplican de distinta forma a hombres y mujeres. Las disparidades se han agrupado según siete indicadores: acceso a instituciones, uso de la propiedad, facilidad para conseguir trabajo, incentivos laborales, presencia en los tribunales, obtención de crédito y protección de la mujer frente a la violencia. Las restricciones laborales son las más frecuentes. Llama la atención que en algunos países del mundo las mujeres aún no pueden tener pasaporte, elegir dónde vivir o trabajar sin el permiso de su marido, como ocurre en Yemen, Emiratos Árabes o Irán. En el Congo y Níger no pueden abrir una cuenta bancaria, y en Guinea Ecuatorial no pueden firmar un contrato. Más del 40 por ciento de los países establece un sistema de cuotas de participación femenina en sus gobiernos, aunque apenas unos cuantos llegan al 50 por ciento.