Autoridades rusas cierran la oficina de Amnistía Internacional en Moscú
Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional en Rusia, ha informado sobre los hechos a través de su cuenta de su cuenta de Twitter, donde ha compartido la foto que encabeza estas líneas junto con el siguiente comentario: «La oficina de Amnistía Internacional en Moscú ha sido precintada». Nikitin ha explicado a medios locales que la organización alquila el local directamente al Estado ruso y que siempre han pagado religiosamente el alquiler. Todavía se desconocen cuáles podrían ser las causas de lo sucedido, pero algunos medios apuntan a que la razón podría estar en la opinión de Nikitin sobre el endurecimiento de la ley antiterrorista, la cual considera «agente extranjero» a todas las organizaciones no gubernamentales que reciben financiación exterior. En respuesta a esta medida, John Dalhuisen, director para Europa de Amnistía Internacional, ha declarado: «No sabemos qué ha hecho que las autoridades de Moscú impidan a nuestro personal el acceso a nuestra oficina; ha sido una sorpresa desagradable que hemos recibido sin previo aviso.Dado el clima actual para la sociedad civil en Rusia, hay sin duda un número indefinido de explicaciones plausibles, pero es demasiado pronto para sacar conclusiones. Estamos trabajando para resolver la situación con la mayor rapidez posible y confiamos en que haya una simple explicación administrativa a este revés para nuestro trabajo».
Los trabajadores de la organización Amnistía Internacional (AI) en Moscú han encontrado su oficina cerrada y precintada por las autoridades rusas. La cerradura de la puerta había sido arrancada y hay instalada una alarma para evitar la entrada en el local. Sobre la pegatina que precinta la entrada puede leerse: «Prohibido abrir el local sin la presencia de un representante del departamento», pero en el teléfono que figura en el aviso nadie responde.
Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional en Rusia, ha informado sobre los hechos a través de su cuenta de su cuenta de Twitter, donde ha compartido la foto que encabeza estas líneas junto con el siguiente comentario: «La oficina de Amnistía Internacional en Moscú ha sido precintada». Nikitin ha explicado a medios locales que la organización alquila el local directamente al Estado ruso y que siempre han pagado religiosamente el alquiler. Todavía se desconocen cuáles podrían ser las causas de lo sucedido, pero algunos medios apuntan a que la razón podría estar en la opinión de Nikitin sobre el endurecimiento de la ley antiterrorista, la cual considera «agente extranjero» a todas las organizaciones no gubernamentales que reciben financiación exterior. En respuesta a esta medida, John Dalhuisen, director para Europa de Amnistía Internacional, ha declarado: «No sabemos qué ha hecho que las autoridades de Moscú impidan a nuestro personal el acceso a nuestra oficina; ha sido una sorpresa desagradable que hemos recibido sin previo aviso.Dado el clima actual para la sociedad civil en Rusia, hay sin duda un número indefinido de explicaciones plausibles, pero es demasiado pronto para sacar conclusiones. Estamos trabajando para resolver la situación con la mayor rapidez posible y confiamos en que haya una simple explicación administrativa a este revés para nuestro trabajo».