La hija de una sirvienta reclama una herencia millonaria a una familia aristócrata española

Rosario Bermudo Muñoz, hija de una sirvienta de la duquesa de Medina Sidonia, ha conseguido el jueves la exhumación del cadáver del marido de la duquesa, Leoncio González de Gregorio, para hacer una prueba de paternidad con la que pretende reclamar una herencia que podría superar los dos millones de euros. Esta familia es de las más aristocráticas de España, cuyo linaje se remonta al siglo XV. Álvarez de Toledo, era conocida en los años 70 como “la Duquesa Roja”, por su oposición a la dictadura franquista.

Bermudo Muñoz, que tiene ahora 66 años, sostiene que nació fruto de las relaciones de su madre con González de Gregorio, cuando eran jóvenes y vivían en Madrid. Ella nació cuatro años antes de que el aristócrata se casara en 1955 con la duquesa de Medina Sidonia, su primera esposa, con la que tuvo tres vástagos. La sirvienta contrajo entonces matrimonio en 1956 con otro hombre, con quien tuvo seis hijos y reconoció a Rosario como su hija.

Fernando Osuna, abogado de la demandante, ha estimado que resulta complicado calcular la cifra que podría heredar su clienta, al tener en un patrimonio familiar en el que hay fincas y obras de arte, “pero creemos que no será menos de dos millones de euros”. Osuna ha reconocido que este proceso no es agradable para la familia, pero ha asegurado que antes de llegar a la exhumación de los restos del esposo de la Duquesa Roja, reclamaron en el juzgado que se hiciera la prueba de ADN entre los hermanos y su cliente, pero estos no quisieron. Sin embargo, un nieto de la duquesa ha afirmado que tanto su madre como su tío ofrecieron realizarse un análisis de sangre “para evitar que se desentierre a su abuelo”, aunque a pesar de todo, “se ha querido llegar hasta esta situación”. Además, ha calificado este asunto como algo “extraño”, porque si fuese cierto, su abuelo era menor de edad cuando mantuvo relaciones con una persona mayor de edad.

La exhumación ha tenido lugar el jueves en el cementerio de Quintana Redonda, una pequeña localidad al norte de Soria, por orden judicial, con el fin de extraer muestras óseas para realizar pruebas de ADN y aclarar este asunto. La resolución final del proceso será dentro de unos meses, según han reconocido los afectados.