Un ciclón en Australia agrava la preocupación por la Gran Barrera de Coral
El poderoso ciclón que ha barrido esta semana el noreste de Australia podría haber dañado aún más la Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo que ya ha sufrido episodios de blanqueo, según han alertado científicos.
El poderoso ciclón que ha barrido esta semana el noreste de Australia podría haber dañado aún más la Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo que ya ha sufrido episodios de blanqueo, según han alertado científicos.
La supervivencia de los corales de la parte central y septentrional de este sistema marino, que se extiende 2.300 kilómetros a lo largo de las costas frente al estado de Queensland, está ya en entredicho después de los blanqueos masivos durante dos años consecutivos por el aumento de la temperatura del agua.
En algunas condiciones, las tormentas pueden mejorar las condiciones de vida de los corales afectados por el calor gracias al efecto refrescante de la lluvia y de la cubierta nubosa. Pero el ciclón Debbie pasó por la parte sur de la Gran Barrera de Coral, que no estaba muy afectada por el blanqueo, y los científicos temen que sus vientos violentos y las corrientes hayan dañado a los corales.
«Pasó por la parte meridional, donde se ubica la transición entre los corales víctimas de blanqueo severo y los corales sanos, o sea que el ciclón golpeó una parte del arrecife que escapó a medias al blanqueo este año», ha dicho James Kerry, biólogo marino de la Universidad James Cook, a la agencia AFP. «Probablemente provocó graves daños en el corredor que recorrió, tal vez sobre un centenar de kilómetros«.
El blanqueo es un fenómeno de debilitamiento que se traduce en una decoloración del coral. Está provocado por el aumento de la temperatura del agua, que provoca la expulsión de las algas simbióticas que dan al coral su color y sus nutrientes. La Gran Barrera, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, está amenazada también por las inundaciones agrícolas, el desarrollo económico y la proliferación de estrellas de mar que destruyen los corales.
En 2011, unas inundaciones y el ciclón Yasi dañaron el arrecife y la calidad del agua se deterioró. Los científicos no han podido medir hasta ahora el impacto de Debbie, debido a las malas condiciones meteorológicas.