Kissinger teme que la destrucción del Estado Islámico derive en un "imperio radical iraní"
Henry Kissinger ha advertido de que la destrucción del Estado Islámico podría conducir a un “imperio iraní radical”. El diplomático ha sugerido que una vez el Daesh sea derrotado, si Irán ocupa el espacio liberado, el resultado sería el surgimiento de un nuevo imperio. Asimismo, el ex secretario de Estado de los Estados Unidos bajo el mandato del presidente Richard Nixon, de 94 años, también ha hablado sobre las complicaciones de tomar bandos en los conflictos de Oriente Medio.
Henry Kissinger ha advertido de que la destrucción del Estado Islámico podría conducir a un “imperio iraní radical”. El diplomático ha sugerido que una vez el Daesh sea derrotado, si Irán ocupa el espacio liberado, el resultado sería el surgimiento de un nuevo imperio. Asimismo, el ex secretario de Estado de los Estados Unidos bajo el mandato del presidente Richard Nixon, de 94 años, también ha hablado sobre las complicaciones de tomar bandos en los conflictos de Oriente Medio.
“En las circunstancias actuales, el pensamiento tradicional de que el enemigo de tu enemigo puede ser considerado tu amigo ya no tiene validez”, explica Kissinger en un artículo publicado en CapX. “En el Oriente Medio actual, el enemigo de tu enemigo también puede ser tu enemigo. Oriente Medio influye en el mundo tanto por la volatilidad de sus ideologías como por sus acciones específicas”.
Y continúa: “La guerra del mundo exterior contra el Estado Islámico sirve como ejemplo. La mayoría de las potencias anti-Isis, incluidos los chiítas de Irán y los principales estados suníes, coinciden en la necesidad de destruirlo. Pero, ¿qué entidad debe heredar ese territorio? ¿Una coalición suní, o una esfera de influencia dominada por Irán?
En este sentido, Kissinger muestra una preocupación particular por la situación en que quedaría Irán. “Si el territorio del ISIS fuera ocupado por los Guardias Revolucionarios iraníes o las fuerzas chiítas, el resultado podría ser un cinturón territorial que se extendería desde Teherán hasta Beirut (Líbano), lo cual podría marcar el surgimiento de un imperio radical iraní”.