Al menos el 21% de los niños alemanes vive cinco años en situación de pobreza
Cerca del 21 % de los niños en Alemania vive al menos cinco años de forma permanente en situación de pobreza, mientas que para otro 10 % este estado constituye un fenómeno puntual, según un estudio publicado este lunes por la Fundación Bertelsmann.
Cerca del 21 % de los niños en Alemania vive al menos cinco años de forma permanente en situación de pobreza, mientas que para otro 10% este estado constituye un fenómeno puntual, según un estudio publicado este lunes por la Fundación Bertelsmann.
Uno de cada cinco niños vive en familias cuyos ingresos son inferiores al 60% de la media del conjunto de la población, según el estudio realizado en colaboración con el Instituto de investigación del mercado laboral y profesional (IAB).
Los más vulnerables son los niños de familias monoparentales, los que tienen al menos dos hermanos y los menores cuyos padres tiene pocos recursos económicos. «La pobreza infantil en Alemania es una condición permanente. El que es pobre una vez, sigue siendo pobre durante mucho tiempo. Muy pocas familias son capaces de liberarse de la pobreza», ha señalado el presidente de la Fundación Bertelsmann, Jörg Dräger.
A la hora de realizar dicho estudio, se han tenido en cuenta los ingresos anuales de las familias de 3.180 niños durante los años 2011 a 2015. A su vez, se ha analizado qué bienes u otros aspectos de la vida social habían tenido que renunciar estas familias por razones económicas. La lista incluye elementos como tener una vivienda lo suficientemente grande, una lavadora, un ordenador con acceso a internet, pero también la posibilidad de podar ahorrar mensualmente una cantidad fija.
«Está demostrado que el que ya es pobre de niño, y no puede participar de la vida social, tiene menos oportunidades en la escuela. Esto reduce las posibilidades de poder llevar en un futuro una vida autónoma lejos de la pobreza», ha advertido Dräger al hablar sobre las consecuencias a largo plazo de estas carencias.
En este sentido, ha subrayado que «las futuras políticas sociales y familiares deben romper con el hecho de que la pobreza sea hereditaria» y debe ofrecer para ello los instrumentos necesarios y un cambio de paradigma en el que las necesidades de los menores y de los jóvenes pasen a un primer plano.
España tampoco se libra de este problema, ya que tiene una de las tasas más altas de pobreza infantil de la UE y es el tercer país, por detrás de Rumanía y Grecia, tanto en pobreza infantil, que alcanza a casi el 40 % de los niños, según un informe publicado por Unicef el pasado abril. Por otra parte, este informe alertó que la pobreza «severa» entre los niños aumentó en nuestro país un 56%.