Filipinas suspende a una empresa de EEUU por un incendio que ha provocado 38 muertes
Filipinas ha suspendido este miércoles a la empresa estadounidense Research Now SSI, propietaria del centro de atención al cliente en el que 38 trabajadores perdieron la vida debido a un incendio en el interior de un centro comercial en la ciudad de Davao, al sur del país, presuntamente por incumplir las medidas de seguridad. El incendio se produjo apenas unas horas después de que la tormenta Temblin abandonase el país dejando más de 200 fallecidos.
Filipinas ha suspendido este miércoles a la empresa estadounidense Research Now SSI, propietaria del centro de atención al cliente en el que 38 trabajadores perdieron la vida debido a un incendio en el interior de un centro comercial en la ciudad de Davao, al sur del país, presuntamente por incumplir las medidas de seguridad. El incendio se produjo apenas unas horas después de que la tormenta Temblin abandonase el país dejando más de 200 fallecidos.
Esta clase de sucesos son habituales en Filipinas, ya que las empresas de países adinerados no contratan medidas de seguridad, ni realizan todos los procesos necesarios para la protección de sus trabajadores en caso de que suceda alguna tragedia.
La Autoridad de la Zona Económica de Filipinas (PEZA) ha anunciado en un comunicado la suspensión «con efecto inmediato» de la compañía de Estados Unidos y la empresa filipina New City Commercial Center (NCCC), dueña del centro comercial donde se produjo el incendio.
Tras una investigación, la agencia estatal ha concluido que la empresa estadounidense no había presentado los registros más recientes de mantenimiento, prevención e inspecciones y tampoco llevaba a cabo los simulacros de incendios necesarios, dos veces al año, como marca la ley.
Por otro lado, el centro comercial registró a la empresa de atención al cliente en 2008, cinco años más tarde de su apertura, y según la PEZA también había incumplido en los últimos años, en varias ocasiones el reglamento sobre seguridad y prevención.
El fuego se declaró a las autoridades el 23 de diciembre en la tercera planta del centro comercial, donde el fuego se expandió con rapidez hasta la cuarta planta, donde se encontraba el Centro de atención al cliente, ya que en el interior había varios establecimientos que vendían telas, madera y plástico, entre otros materiales.
No se encontró a ningún superviviente de los 37 empleados que se encontraban trabajando allí en ese momento. El fallecido número 38 fue un empleado del centro comercial que, tal y como han confirmado varios testimonios, trató de ayudar a otras personas a salir del establecimiento.