Los controladores aéreos pagarán 15 millones de euros por la huelga de 2010
El sindicato de controladores aéreos USCA ha alcanzado este martes un principio de acuerdo con la Fiscalía de Madrid en el que se compromete a pagar una indemnización de cerca de 15 millones de euros a los pasajeros afectados por la huelga de diciembre del año 2010, informa EFE.
El sindicato de controladores aéreos USCA ha alcanzado este martes un principio de acuerdo con la Fiscalía de Madrid en el que se compromete a pagar una indemnización de cerca de 15 millones de euros a los pasajeros afectados por la huelga de diciembre del año 2010, informa EFE.
Esta medida queda condicionada a la aceptación del mismo acuerdo en Mallorca, donde 84 controladores, que forman alrededor del 50% de la plantilla, se encuentran procesados por posible sedición, un delito que es castigado con más de ocho años de prisión, han informado fuentes de USCA a EFE.
Los perjudicados personados en la causa, que actualmente instruye un juzgado de Instrucción de Madrid, ya han comenzado a recibir sus indemnizaciones de unos 1.000 euros.
El acuerdo requiere que, una vez los pasajeros reciban esta indemnización, las acusaciones particulares retiren la denuncia pues, en caso contrario, el caso seguiría abierto hasta llevar a juicio a los 133 controladores contra los que se dirige el proceso en Madrid.
Esta situación también se produciría si el preacuerdo es rechazado en el segundo y último procedimiento activo de los 22 inicialmente interpuestos, en Palma de Mallorca, donde la Audiencia Provincial ordenó retomar las pesquisas en 2014 a instancias de la Fiscalía tras un primer archivo por parte del juez de Instrucción.
El sindicato apunta que las negociaciones en Mallorca, aunque quedan “algunos flecos”, se encuentran “muy avanzadas”, e insiste en la importancia de alcanzar este acuerdo para poner fin a un conflicto que dura ya ocho años y que aseguran que afecta a la concentración de la plantilla.
Además, desde USCA advierten de que un juicio contra los controladores aéreos podría suponer una reducción del flujo aéreo “más de la mitad” en un momento de crecimiento exponencial del tráfico, que en los dos primeros meses de 2018 ha aumentado más de un 8% respecto a 2017.