National Geographic admite que durante décadas su cobertura fue racista
La revista más prestigiosa sobre ciencia y naturaleza, National Geographic, ha admitido que su cobertura pasada fue racista y ha pedido perdón por ello en un editorial firmado por Susan Goldberg, editora jefe de la revista. El comunicado incluye numerosos ejemplos de reportajes en los que visibiliza a personas de distintas etnias, de piel oscura y en que los tachan de salvajes, toscos o incluso poco inteligentes.
La revista más prestigiosa sobre ciencia y naturaleza, National Geographic, ha admitido que su cobertura pasada fue racista y ha pedido perdón por ello en un editorial firmado por
«Teníamos que reconocer nuestra historia para superarla”, declaró la directora editorial Susan Goldberg a la agencia AP en una entrevista sobre la edición de abril de la revista. El próximo número de la revista, que coincide con el 50 aniversario del asesinato de Martin Luther King, está íntegramente dedicado al significado que hoy en día tienen las raza. «Estudiemos por qué seguimos segregando a las personas con criterios raciales y analicemos cómo podemos construir comunidades inclusivas», afirma su directora en el comunicado.
En el editorialrevista de abril al tema de la raza, pensamos que deberíamos examinar nuestra propia historia antes de dirigir nuestra mirada reportera a los demás».
Soy la décima editora de National Geographic desde su fundación en 1888. Soy la primera mujer y la primera persona judía, un miembro de dos grupos que también alguna vez enfrentaron discriminación aquí. Duele compartir las espantosas historias del pasado de la revista. Pero cuando decidimos dedicar nuestraPara el ejercicio de autocrítica, la revista pidió la ayuda de Edwin Mason, profesor de la Universidad de Virginia especialista y en historia de la fotografía y en África. Las conclusiones del experto no dejan lugar al tratamiento racista y despectivo que National Geographic hizo durante años sobre distintas culturas del mundo.
«Durante décadas, nuestra cobertura fue racista. Para superar nuestro pasado, debemos reconocerlo”, afirma, y asegura que la publicación hasta los años setenta básicamente ignoró a la gente de color que vivía en Estados Unidos, rara vez identificándolos como otra cosa que no fueran trabajadores o empleados domésticos», y que los indígenas de distintos lugares del mundo eran retratados como «exóticos» o como «cazadores felices y nobles salvajes».