Volkswagen se enfrenta al mayor juicio por el "dieselgate" en Alemania
Comienza en Alemania el primer gran juicio contra Volkswagen, acusado de haber manipulado los motores diésel de once millones de sus automóviles, ha informado AFP.
Comienza en Alemania el primer gran juicio contra Volkswagen, empresa acusada de haber manipulado los motores diésel de once millones de sus automóviles. El tribunal regional de Brunswick debe determinar si la compañía tendría que haber informado antes a los mercados financieros del engaño para evitar grandes pérdidas a sus accionistas, que reclaman una indemnización de alrededor de 9.000 millones de euros. Los magistrados, reunidos desde las ocho de la mañana en un palacio de congresos, deberán precisar el calendario de esta audiencia, que se espera que dure hasta 2019 como mínimo, y hacer una selección entre las 200 preguntas presentadas por las partes, informa AFP.
El escándalo se desencadenó el 18 de septiembre de 2015 cuando, en pleno Salón del Automóvil de Fráncfort, las autoridades estadounidenses acusaron al gigante del automóvil de haber equipado 11 millones de sus vehículos diésel con un dispositivo capaz de falsificar el resultado de los tests anticontaminación. Ante esta revelación, las acciones en bolsa de Volkswagen comenzaron a caer hasta perder un 40% en dos días, una caída que motivó a más de 3.000 inversores a llevar a la compañía ante la justicia.
Según los abogados del fondo de inversiones DeKa, que ejerce de «demandante modelo» en el juicio, la dirección estaba al corriente del fraude, aplicado en 2008 para conquistar el mercado estadounidense del diésel, donde las normas contra la contaminación son más exigentes que en Europa.
Por su parte, el primer fabricante de automóviles del mundo ha afirmado que la iniciativa del engaño se atribuye a unos pocos ingenieros que actuaron sin advertir a la dirección, que cuando fue alertada no supo evaluar la magnitud de la situación.
El proceso judicial de Brunswick no es el único en marcha en el marco de este dieselgate, que ya le ha costado a Volkswagen 27.000 millones de euros en llamadas a revisión de coches y procesos judiciales. Varias fiscalías alemanas han anunciado investigaciones por fraude, manipulación de cotización bursátil o publicidad engañosa contra empleados del grupo, así como de sus marcas Audi, Porsche, Daimler o Bosch. El jefe de Audi, Rupert Stuttgart, sigue en detención provisional como sospechoso de «fraude» y complicidad en la «emisión de certificados falsos».
En la ciudad de Stuttgart, cientos de inversores de Porsche SE, el principal accionista de Volkswagen, también han reclamado indemnizaciones, aunque este juicio podría quedar interrumpido a la espera del desenlace en Brunswick. Además, el gobierno alemán abrió el pasado mes de mayo la vía a juicios colectivos de consumidores afectados, lo que podría permitir una acción grupal contra Volkswagen antes de finales de año.
El escándalo ha acelerado el declive del diésel, inventado en Alemania y subvencionado por sus bajas emisiones de CO2, a pesar de que emite más óxido de nitrógeno que los motores de gasolina. Las ventas de este tipo de motores se desplomaron de un 46% que llegaron a representar en agosto de 2015 a un 32,6% el mes pasado. Además, los vehículos diésel podrían prohibirse en varias ciudades alemanas a causa de sus niveles de contaminación, como se ha anunciado en Fráncfort, donde algunos modelos tendrán prohibida su circulación a partir de febrero de 2019.