Cada año se producen 400 casos graves de intoxicaciones por setas
La llegada de la lluvia y el frío otoñal da lugar a la temporada de setas, momento más esperado por los recolectores de este pequeño manjar. En España existen más de un millar de este tipo de hongos listos para ser recolectados y cocinados, aunque también encontramos otros que no son aptos para el consumo por su toxicidad. En nuestro país se producen cada año unos 400 casos graves de intoxicaciones por consumo de setas tóxicas.
La llegada de la lluvia y el frío otoñal da lugar a la temporada de setas, momento más esperado por los aficionados y recolectores de este pequeño manjar. En España existen más de un millar de este tipo de hongos listos para ser recogidos y cocinados, aunque también encontramos otros que no son aptos para el consumo por su toxicidad y cada año se producen unos 400 casos graves de intoxicaciones por consumo de setas no comestibles por su toxicidad.
El mito de que se puede eliminar esta toxicidad sólo con cocinar los hongos es eso mismo, un mito, y su consumo puede provocar vómitos, diarreas e incluso la muerte, como es el caso de la «amanita phalloides«, un hongo que causa insuficiencia hepática severa y que requiere de un trasplante de hígado urgente tras su ingesta.
«Todos los años se registra alguna muerte en España por consumo de este tipo de setas», lamenta el doctor Gonzalo Guerra Flecha, fundador y hepatólogo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED). El médico también advierte de que los ejemplares amanita pueden estar en los pinares o en los robledales, igual que las setas de cardo. Como estos ejemplares pueden confundirse con otro tipo de setas comestibles, no es raro que entre las setas de cardo se pueda ocultar una seta de esta especie.
Guerra explica en declaraciones a Efe que «los que más caen son los que creen que son expertos y tienen tanta confianza que van recogiendo setas y no se dan cuenta de que entre las setas de cardo se les ha colado una amanita». Un simple trocito de esta seta puede acabar con la vida de la persona que lo consume si no es trasplantado de hígado en un plazo máximo de 10 días, ya que provoca una necrosis celular en el hígado «fulminante».
«Es una lucha contra el tiempo», comenta Guerra. El afectado se convierte en «paciente cero», tiene prioridad absoluta en recibir un transplante, y el primer hígado que aparezca es para él. Los síntomas pueden aparecer hasta 24 horas después de haber consumido el hongo, y se caracterizan por fuertes vómitos y diarreas. Ante los primeros síntomas, hay que acudir rápidamente al hospital e informar de que se han consumido setas.
La amanita phalloides, aunque es considerada como la seta más peligrosa, no es la única que puede acabar con la vida de quien la consume. El «boletus pantera» provoca «un cataclismo serio, con vómitos y diarreas de varias horas de duración y, dependiendo de la edad de quien lo consuma, puede hacer peligrar su vida», comenta el hepatólogo. En el caso de los niños, el riesgo de deshidratación es muy alto. Otro tipo de hongo peligroso es la «amanita muscaria«, la cual es reconocible por su color rojo rodeada de punto blancos, aunque en este caso no es mortal pero provoca alucinaciones.
Para evitar problemas, Guerra recomienda a los aficionados que carezcan de conocimientos no recolectar setas en el campo y comprarlas siempre en sitios oficiales. El año pasado en Soria la Guardia Civil incautó dos furgonetas con mil kilos de setas listos para ser vendidos y donde encontraron una amanita phalloides.