La Fiscalía pide siete años de cárcel para cuatro miembros de la Manada por el caso de Pozoblanco
La Fiscalía de Córdoba ha pedido siete años de prisión para cuatro miembros de la Manada por el caso de Pozoblanco, donde supuestamente abusaron de una joven de 21 años en el interior de un coche mientras ella se encontraba inconsciente. Los acusados son Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero. El quinto miembro de la Manada, Ángel Boza, no estaba presente.
La Fiscalía de Córdoba ha pedido siete años de prisión para cuatro miembros de la Manada por el caso de Pozoblanco, donde supuestamente abusaron, en mayo de 2016, de una joven de 21 años en el interior de un coche mientras ella se encontraba inconsciente. Los acusados son Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero. El quinto miembro del grupo, Ángel Boza, no estaba presente.
En su escrito, la Fiscalía pide tres años de cárcel por abusos sexuales y cuatro años más por otro delito contra la intimidad, debido a que los acusados grabaron las imágenes y las compartieron. Para uno de ellos, Alfonso Jesús Cabezuelo, el último conductor, pide también una multa de 12 euros diarios durante dos meses por causar lesiones leves.
La Fiscalía también solicita para la víctima como responsabilidad civil una indemnización de 4.500 euros conjunta y solidaria que deberán pagar los acusados por su curación, y otros 6.000 euros por los daños morales causados, ha informado Europa Press, que ha tenido acceso al escrito del Ministerio Fiscal.
En junio de 2018, la jueza que instruye el caso dictó una orden de alejamiento para todos los investigados, que no pueden acercarse a menos de 500 metros del lugar donde reside la víctima y de su puesto de trabajo. Esta orden de alejamiento fue dictada después de que la investigación judicial se ampliara por «compleja» tras casi dos años de diligencias.
Los supuestos abusos sexuales ocurrieron en mayo de 2016 sobre una joven de Pozoblanco, en Córdoba, que entonces tenía 21 años, tras la feria de la localidad cordobesa de Torrecampo. El juzgado cordobés asumió el caso en octubre de 2016, cuando el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona le comunicó el hallazgo de un vídeo donde veía indicios de abusos a una chica de Pozoblanco.
Según el relato de la Fiscalía, la joven, que iba en el coche con los acusados, «cayó en un estado de inconsciencia», pero no se ha podido determinar si fue debido al alcohol que ingirió o a otra sustancia estupefaciente.
En el coche, todos los acusados le realizaron «diversos tocamientos de carácter sexual», y José Ángel Prenda, con el «concierto previo de todos ellos», grabó todo lo sucedido con el teléfono móvil de Antonio Manuel Guerrero «sin conocimiento ni consentimiento de la perjudicada».
Esas imágenes fueron enviadas, con el «ánimo de vejar y vulnerar la intimidad» de la joven, sobre las 07:45 horas desde el móvil de Antonio Manuel Guerrero al chat llamado «La Manada», en el que participaban los cuatro acusados y otras tres personas más. Poco después, desde el móvil de José Ángel Prenda, se envió el mismo archivo de vídeo al chat «El Peligro», en el que se encontraban una veintena de personas.
Una vez llegaron a Pozoblanco, tres de los acusados se bajaron del vehículo, mientras que Alfonso Jesús Cabezuelo, junto con la joven, continuó la marcha hasta llegar a un lugar no determinado. Allí, detuvo el vehículo y, dado que la chica ya había despertado, le dijo que «le hiciese una felación», a lo que ella se negó, por lo que Cabezuelo la golpeó en la cara, en el brazo y la empujó para que saliese del coche.
Los cinco miembros de la Manada continúan en libertad provisional a la espera de la resolución de los recursos presentados por ambas partes en el caso de los Sanfermines de 2016, posterior al de Pozoblanco, por el que han sido condenados a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado.