Una investigación destapa cientos de abusos sexuales en la Iglesia Bautista en EEUU
Cientos de líderes y trabajadores de la Convención Bautista del Sur de Estados Unidos han sido acusados de comportamiento sexual inadecuado durante los últimos 20 años, según una investigación conjunta del San Antonio Express-News y el Houston Chronicle. En una investigación que duró seis meses, los periodistas descubrieron que 380 líderes y trabajadores de esta Iglesia habían sido acusados desde 1998, dejando tras de sí más de 700 víctimas. Algunas de las víctimas eran adultos, pero otras solo tenían tres años de edad cuando sufrieron los abusos.
Cientos de líderes y trabajadores de la Convención Bautista del Sur de Estados Unidos han sido acusados de comportamiento sexual inadecuado durante los últimos 20 años, según una investigación conjunta de los periódicos estadounidenses San Antonio Express-News y Houston Chronicle. En una pesquisa que duró seis meses, los periodistas descubrieron que 380 líderes y trabajadores de esta Iglesia habían sido acusados desde 1998, dejando tras de sí más de 700 víctimas. Algunas de las víctimas eran adultos, pero otras solo tenían tres años de edad cuando sufrieron los abusos.
Unos 220 agresores han sido declarados culpables –o han reconocido su culpabilidad a cambio de una pena menor–, entre los que se encuentran pastores, ministros, profesores escolares dominicales, diáconos y voluntarios de la Iglesia. Casi 100 de ellos siguen en la cárcel, según los registros estatales y federales. Además, hay docenas de casos pendientes y docenas más que llegaron a acuerdos extrajudiciales. Más de 100 condenados están fichados como delincuentes sexuales y algunos de ellos han vuelto a ejercer. Al menos 35 pastores, empleados y voluntarios de comportamiento depredador han logrado encontrar empleo en el templo, según AP.
Presidentes y destacados líderes de la Convención Bautista del Sur han sido acusados de tratar de ocultar a los denunciados por abuso sexual en sus iglesias y seminarios, han informado ambos periódicos. En 2008, una víctima le rogó a los líderes de la Convención que rastrearan a los depredadores sexuales y actuaran contra las congregaciones que albergaron u ocultaron a personas que cometieron delitos sexuales. También pidió que establecieran políticas para prevenir estos abusos, como las adoptadas por otras instituciones, incluyendo la Iglesia Católica. Sin embargo, el Comité Ejecutivo de la Convención rechazó esta propuesta. El presidente interino del comité, August Boto, ha declarado recientemente a los periodistas que «la actividad criminal que ocurre dentro de un contexto eclesiástico siempre es fuente de dolor», pero que la resolución de rechazo adoptada en 2008 «no significa que nos vayamos a resignar a ello».
El reverendo J.D Greear, presidente de la Convención desde el pasado junio, ha comentado en su Twitter que los abusos descritos por el reportaje de investigación son «maldad pura» y que está «destrozado por lo que se reveló”. “Las voces en este artículo deberían ser escuchadas como una advertencia enviada por Dios, exhortando a la Iglesia a arrepentirse”, continuó escribiendo el reverendo en su timeline.
I am broken over what was revealed today. The abuses described in this @HoustonChron article are pure evil. I join with countless others who are currently “weeping with those who weep.” 1/9https://t.co/yYECD45TuD
— J.D. Greear (@jdgreear) 10 de febrero de 2019
Varias víctimas y activistas han llevado a cabo campañas en contra de los abusos sexuales dentro de la comunidad de la Convención Bautista del Sur. Sin embargo, y en base a los precedentes, no tienen mucha esperanza en que la Comisión de Estudio creada el julio pasado decida adoptar medidas contundentes contra este problema.