Una británica diseña una silla para acabar con el 'manspreading'
La silla tiene una particularidad: dos topes que obligan a quien se sienta en ella a mantener las piernas cerradas
Una estudiante ha diseñado una silla que se rebela contra un fenómeno habitual en autobuses y metros: el manspreading. ¿En qué consiste tal fenómeno? En hombres que se abren de piernas sin reparar en la imagen que crean y la incomodidad que provocan a su alrededor.
Laila Laurel, la alumna de 23 años de la Universidad de Brighton que ha diseñado este asiento especial, ha ganado en Londres el premio Belmond a Nuevo Diseño con este producto que ha llamado Una solución al manspreading. «Estoy completamente asombrada pero feliz por haber ganado», ha declarado Laurel, tal y como recoge el diario británico The Independent. La inspiración, ha dicho, le alcanzó por sufrir a tantos hombres que «vulneraban» su espacio en sitios públicos.
La silla, desde luego, tiene una particularidad: dos topes que obligan a quien se sienta en ella a mantener las piernas cerradas.
«Con este juego de sillas espero llamar la atención y promover un debate sobre ello», ha manifestado la joven. Los jueces, por su parte, defienden que se trata de un diseño «audaz» con un propósito importante: explorar la importancia del diseño en los espacios públicos, atender a los comportamientos sociales y abordar los problemas de nuestra sociedad en estos días.