La tierna y dura historia detrás de la última foto viral
«Mis dos hijos pasaron de jugar juntos a sentarse en una habitación fría del hospital”, ha explicado la madre en el post
Una niña de cinco años y su hermano de cuatro han conmovido a personas de medio mundo. Varias fotos que muestran a la niña consolando a su hermano pequeño mientras los efectos secundarios de la quimioterapia interrumpen su hora de juego se han vuelto virales después de que su madre compartiese una publicación en Facebook sobre cómo el cáncer está afectando a toda la familia.
“Lo que no te dicen sobre el cáncer infantil es que afecta a toda la familia”. Así comienza el post, publicado en la en la página de Facebook ‘Beckett Strong’, creada después de que el pequeño Beckett fuera diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda (LLA) en abril de 2018.
De esta forma la madre ha buscado evidenciar cómo esta enfermedad afecta a todos los seres queridos del paciente: “Mis dos hijos pasaron de jugar juntos en la escuela y en casa a sentarse juntos en una habitación fría del hospital”.
“Mi hija vio a su hermano ir de una ambulancia a la UCI. Vio como los doctores le ponían una máscara en la cara, le examinaban, bombeaban una docena de medicamentos por su cuerpo, todo mientras él yacía impotente. Ella no estaba segura de lo que estaba pasando. Todo lo que sabía era que algo andaba mal con su hermano, su mejor amigo”.
En la publicación la madre también explica por qué ha hecho partícipe a su hija de la enfermedad de su hermano: “Los niños necesitan apoyo y unión, y no deben distanciarse de la persona que está enferma”.
“Lo más importante es demostrar que se cuidan independientemente de la situación. Ella se ha quedado a su lado. Lo ha apoyado y cuidado independientemente de la situación. Hasta el día de hoy, están más unidos. Ella siempre cuida de él”.
La leucemia linfoblástica aguda es la forma más común de leucemia en niños y representa aproximadamente el 30 por ciento de todos los cánceres pediátricos. La enfermedad afecta a los linfocitos, encargados de identificar y destruir proteínas extrañas en el cuerpo. Con esta enfermedad la médula ósea produce demasiados linfocitos que no maduran correctamente y no tienen la capacidad de combatir infecciones.
Los síntomas pueden presentarse como anemia, sangrado o hematomas, dolor óseo y articular, fiebres recurrentes o infecciones, dolor abdominal, inflamación de los ganglios linfáticos o dificultad para respirar. El tratamiento puede consistir en quimioterapia, transfusiones, antibióticos, radiación o trasplante de médula.