Rita Bosaho, directora general de Igualdad tras la renuncia de Alba González
Alba González renuncia al cargo para poder «dar visibilidad a las mujeres pertenecientes a colectivos racializados»
Rita Bosaho será la nueva directora general de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad después de que la concejala del Ayuntamiento de Gijón Alba González renunciase a ese cargo para dar visibilidad a las «mujeres pertenecientes a colectivos racializados».
Bosaho, que fue la primera persona negra en lograr un escaño en el Congreso de los Diputados en 2015, ha sido nombrada para desempeñar el citado cargo del Ministerio de Igualdad después del paso atrás de González apenas 48 horas después de haber asumido la función. No obstante continuará en el equipo de Irene Montero.
González ha explicado en Twitter que renuncia al cargo para «que haya una presencia visible de mujeres pertenecientes a colectivos racializados» en el ministerio y se ha puesto a disposición de la nueva directora general, a la que ha deseado «mucho ánimo, suerte y buen tino».
Si algo sabemos en el feminismo es que la representación y lo simbólico importan. Hemos reorganizado el equipo de este Ministerio para que haya una presencia visible de mujeres pertenecientes a colectivos racializados. Eso significa que no asumiré la Dirección General (1/4)
— Alba González Sanz (@albagsanz) January 15, 2020
«Estaré encantada de seguir formando parte del proyecto de este Ministerio de Igualdad, trabajando por los mismos objetivos de redistribución de la riqueza por los que había dicho que sí en primer lugar», ha sostenido González.
Bosaho (Guinea Ecuatorial, 1965), es licenciada en Historia y Máster en la Europa Contemporánea y lleva más de 30 años residiendo en España.
Diputada por Podemos durante las legislaturas XI y XII (2016-2019), era conocida en Alicante por su activismo social en la Plataforma Feminista de la ciudad o en la ONG Proyecto Cultura y Solidaridad.
Bosaho ha denunciado en diferentes ocasiones que el colectivo afrodescendiente ha padecido y aún sufre la «invisibilización y negación», así como las desigualdades «sociales, económicas y políticas» que salpican su día a día.
«La ciudadanía blanca tiene que desprenderse de sus privilegios para ponerse los zapatos del otro», ha opinado la nueva directora general, una convencida de que feminismo y antirracismo han de ir de la mano.