Más del 16% de los hogares españoles no alcanza una temperatura adecuada en su vivienda
Entre 2008 y 2018 el precio de la energía eléctrica para una familia media ha subido un 77,9%, al igual que el gas, que también ha visto incrementado su precio un 17,9%
El 16,6% de los hogares en España no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada y estas dificultades para asumir el pago de la calefacción alcanzan al 41,4% de las familias con los sustentadores en paro.
Son datos del informe «Pobreza Energética», elaborado por la fundación Foessa creada por Cáritas y extraídos de encuestas a más de 11.000 hogares, que considera que un hogar llega a esta situación cuando es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda.
Foessa identifica en esta investigación tres grandes factores que influyen en esta situación: el coste de la energía, ingresos insuficientes de las familias e ineficiencia energética de los hogares.
Según los datos del informe, entre 2008 y 2018 el precio de la energía eléctrica para una familia media ha subido un 77,9%, al igual que el gas, que también ha visto incrementado su precio un 17,9%. Por otro lado, los hogares, lejos de incrementar sus ingresos, han visto reducido su poder adquisitivo en un 1,3%.
Para el 54,6% de las familias en situación de pobreza en nuestro país la energía supone un «gasto desproporcionado» con respecto a sus ingresos. Según el tipo de hogar, las familias numerosas (el 27,8%), las monoparentales (24,9%) y aquellas encabezadas por una mujer (23,5%) son las más afectadas en este sentido.
Del mismo modo, el retraso en el pago de recibos afecta en casi tres veces más a la población en exclusión (al 23,4%) o a las familias numerosas (25,5) que a la población general (el 8,1%).
Las familias que se encuentran en situación de alquiler sufren casi el doble de retrasos en los pagos de suministros energéticos (16%).
Una realidad que se dispara entre las familias que viven en hogares ineficientes, cuando se dan alguna de estas tres casuísticas: graves deficiencias en la construcción, necesidad de arreglar las instalaciones de suministros y proceder al cambio de puertas o ventanas, concluye la investigación remitida por Cáritas Española.