Los desastres relacionados con el cambio climático causaron más de 410.000 muertos en la pasada década y afectaron a 1.700 millones de personas, advierte un informe presentado este martes por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) que también ha alertado de un aumento de estas catástrofes en los últimos 30 años.
Lo más importante: desde los años 90, este tipo de desastres ligados al calentamiento global han aumentado cerca del 35% cada década, subraya el informe, que muestra asimismo una brecha entre la financiación para mitigar el cambio climático y el tipo de países la reciben.
El estudio sostiene que ni los cinco países más vulnerables a este tipo de desastres están entre los mayores beneficiarios de financiación, ni las cinco naciones que reciben más fondos de adaptación per cápita se encuentran en situación especialmente frágil ante el calentamiento global. Por ejemplo, Somalia, el país considerado más vulnerable al cambio climático, ocupa la posición 63 en lo que respecta a compromisos de financiación, y naciones en similar situación como la República Centroafricana o el Corea del Norte no han recibido nada.
Cruz Roja ha hecho un llamamiento para que se proteja a estas comunidades, que ahora tienen que hacer frente también al gran impacto de la COVID-19 [contexto id=»460724″] en sus territorios. Durante los seis meses transcurridos entre marzo de 2020 -cuando se declaró la pandemia- y la finalización del informe, alrededor de un centenar de desastres climáticos han afectado a más de 50 millones de personas.
«El trabajo contra el cambio climático no puede quedar en un segundo plano mientras luchamos contra la pandemia. Se deben de gestionar las dos crisis a la vez», ha declarado al presentar el informe el secretario general de FICR, Jagan Chapagain, quien señaló que «no sería inteligente» pensar que el cambio climático es menos importante que la emergencia por la COVID-19. FICR propone que los paquetes de estímulo que se están diseñando en todo el mundo para salir de la crisis del coronavirus deben contemplar una recuperación que proteja a las personas y al planeta, para así evitar riesgos en el futuro. «Queremos que las soluciones de hoy no se conviertan en los problemas de mañana», ha comentado Chapagain al respecto.
La organización ha pedido a gobiernos, donantes y los sectores humanitario, ambiental, climático y de desarrollo que apoyen de manera prioritaria a las personas, comunidades y países que estén en situación de mayor riesgo.