Confirman que el cadáver hallado en Tenerife es el del británico Slater y que murió por una caída
El joven había viajado en junio a Tenerife con unos amigos para asistir a un concierto
Las autoridades judiciales han confirmado por las huellas dactilares que el cadáver hallado este lunes en Tenerife es el del joven británico Jay Slater, desaparecido en la isla desde el pasado 17 de junio, y que su muerte se debió a un politraumatismo compatible con una caída en una zona rocosa.
La información ha sido facilitada este martes por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que previamente había informado de que los resultados de la autopsia del cadáver localizado ayer en Masca (Buenavista del Norte) se iban a demorar ante el estado muy deteriorado en el que se ha hallado el cuerpo.
No obstante, ya se cuenta con una identificación positiva tras contrastar las huellas dactilares del cuerpo que fue localizado ayer por la mañana por parte de agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil. Aunque habían advertido acerca de la demora en obtener los resultados de la autopsia, las fuentes judiciales también habían precisado anteriormente que hay «pocas dudas» acerca de la identidad del cuerpo recuperado en Masca, pues la documentación que portaba corresponde a la del joven británico.
El joven había viajado en junio a Tenerife con unos amigos para asistir a un concierto pero desde el 17 de ese mismo mes, día que se puso en contacto con una amiga, no se sabía nada sobre su paradero y se le buscaba en la zona de Masca, donde su teléfono dio su última conexión, según recoge EFE.
Jay Dean Slater, de 19 años, desapareció en la tarde-noche del 17 de junio y el dispositivo de búsqueda se amplió a otras zonas de Buenavista del Norte, más allá del barranco de Masca, donde fue geolocalizado por última vez antes de quedarse sin batería en el teléfono móvil.
Según el relato de una de las amigas del joven, durante la estancia en Tenerife, Slater conoció a dos personas con las que se fue al parecer a la zona de Masca. La joven recibió ese día una llamada de su amigo para decirle que estaba perdido y tenía sed, y que apenas le quedaba un 1% de batería en el teléfono móvil. La desaparición del joven fue denunciada ese día.